SUJETO SOCIAL COGNOSCENTE

SUJETO SOCIAL COGNOSCENTE

Sujeto social cognoscente y su sensibilidad en su cotidianidad.

El sujeto social cognoscente bajo una visión transepistemológica y sensible debe asumir su papel y llevar a cabo una verdadera Biometamorfosis (Peña, 2019), por cuanto es en su accionar que puede y es capaz de transformar su propia historia. Pero, tal transformación no se logra, si esta “sociedad, determinada fundamentalmente por procesos de producción y reproducción de la vida material, que a su vez determinan la reproducción de sus ideas, representaciones, valores”, tal como lo expresa (Marcuse, 1979, p. 49), es propicio que se apropie de aquellas vivencias que le permitan la posibilidad del cambio, para que de esta manera sea posible la biometamorfosis social.

Por otro lado, es de suma relevancia que las sociedades despierten su sensibilidad ante los fenómenos que se le presentan, que aprenda a vivir en armonía en esa interacción que ejerce constantemente en la cotidianidad. El hombre común lleva una carga de vivencias a cuestas y su yo, que no le alejan de la verdad, por tanto, ese conocimiento le va a permitir enfrentar los fenómenos, si es un sujeto sensible con lo que sucede en su entorno, que pueda comprender que esas vivencias, son aprendizaje y, por tanto, su accionar va dirigir la brújula epistémica hacia la dirección correcta en la gestión de su propio conocimiento.

En la medida que despertemos nuestros sentidos, podremos ver las multirealidades de los fenómenos, que se nos develan ante ellos, y tomar así conciencia plena, en la espiralidad existencial. Vivimos tiempos de caos, desorden e incertidumbre, pero solo el individuo como sujeto social cognoscente, quien pertenece a ese colectivo con sus vivencias, y una nueva sensibilidad, ante los nuevos fenómenos que emergen en su cotidianidad, y que prevalezcan ojos que puedan captar esa realidad nítida, clara ante él, y que sea capaz mediante una reducción eliminar toda borrosidad de todo lo que percibe, y lo conduzca a la verdad.

EPÍSTEME DEL PENSAMIENTO COLECTIVO
¿Son tiempos de caos en las sociedades contemporáneas?

¿Son tiempos de caos en las sociedades contemporáneas?

Teoría Del Caos (1960): ¿ por un vicio se puede perder una nación?
La teoría del caos inicialmente se ideó de cara a explicar la existencia de divergencias en los resultados de la aplicación de modelos matemáticos, meteorológicos o astrológicos. Sin embargo, dicha teoría es aplicable a una gran cantidad de disciplinas, incluyendo las vinculadas a las ciencias de la salud y las ciencias sociales. Una de las disciplinas científicas en las que dicha teoría tiene cierta aplicabilidad es la psicología.
Las nuevas ciencias del caos y la complejidad tratan de establecer una teoría unificada de los sistemas no lineales, y reclaman ser tan trascendentes como la mecánica de Newton, la evolución de Darwin o la relatividad de Einstein. Buscan una teoría unificada de los sistemas complejos de adaptación basada en técnicas matemáticas como las involucradas en los algoritmos genéticos y digitales. Así lo señala Peat (1999):
(…) el término científico «caos» se refiere a una interconexión subyacente que se manifiesta en acontecimientos aparentemente aleatorios. La ciencia del caos se centra en los modelos ocultos, en los matices, en la «sensibilidad» de las cosas y en la reglas sobre cómo lo impredecible conduce a lo nuevo (…) La cultura científica que desde hace cien años nos domina cada vez con mayor intensidad –algunos dirían que incluso somos sus prisioneros– ve el mundo en términos de análisis, cuantificación, simetría y mecanismos. El caos nos permite liberarnos de esas limitaciones. Si sabemos apreciar el caos, podemos empezar al mundo como un flujo de modelos animados con giros repentinos (…) la idea se aplica desde la medicina y la economía, hasta la guerra, las dinámicas sociales o las teorías de cómo se forman y cambian las organizaciones. El caos está dejando de ser una teoría científica para devenir una metáfora cultural. En cuanto a metáfora, el caos nos anima a cuestionar algunas de nuestras creencias más queridas y nos incita a formular preguntas acerca de la realidad. (p. 4-8)

      De allí que en los sistemas sociales, así como en los sistemas naturales, la presencia y el consecuencial aumento de la entropía es un proceso constante. Así lo considera Balandier (2001) al considerar que la entropía social proviene tanto de la dinámica interna de las estructuras sociales como de medios externos a ella. En consecuencia, la complejidad es un efecto del abordaje aplicado a los objetos de estudio concebidos bajo el influjo de un modelo, no una propiedad ontológica intrínseca de aquello que se analiza. Según Reynoso (2004): 

No hay entonces una escala que pertenezca naturalmente al orden empírico que se somete a análisis. La complejidad, en estos términos, es básicamente un constructo teórico y el efecto circunscripto de una aplicación modélica, pero también un dispositivo analítico de extraordinaria ubicuidad epistemológica y poderosas consecuencias teóricas, ya que permite dar cuenta de procesos y fenómenos absolutamente disímiles entre sí.(p. 56)

     Los sistemas caóticos no provienen del azar tienen cierto espacio común que define sus características: algo que determina su comportamiento en un tiempo y espacio determinados. Son muy sensibles a las condiciones iniciales. Massé Narváez (2008), cuando expresa “….Dos fantasmas recorren el mundo. Es la Teoría del Caos y el Pensamiento Complejo. Tiemblan ante ellos los que se han formado en la regularidad de los fenómenos. La inseguridad que les genera hace crisis en sus paradigmas, a los que creyeron acabados y completos (...)”(p 8).
   Por lo que, un cambio muy leve en el punto de partida puede conducir a resultados enormemente diversos en el punto de llegada, lo que hace al sistema bastante imprevisible. Otro elemento que los identifica es que los sistemas caóticos, aparecen al azar desordenados pero de hecho no son así. 
    Debajo de la aparición por azar hay un sentido del orden y del modelo. Los sistemas regidos en verdad por el azar no son caóticos. Por el contrario, los sistemas ordenados predichos por la física clásica, se caracterizan por las anomalías, pues en este mundo del orden, como bien lo señala Gleik (1994) gobierna el caos: 

El caos salva las fronteras de las disciplinas científicas […] plantea cuestiones que desafían los usuales métodos científicos de trabajo. Defiende con vigor el comportamiento universal de lo complicado […] los defensores más entendidos de la nueva ciencia, llegan al extremo de declarar que el siglo XX se recordará sólo por tres cosas: la relatividad, la mecánica cuántica y el caos. Éste último, se ha transformado en sostén de la tercera gran revolución de la ciencia física en esta centuria.(p. 13)

   La enunciación del principio de entropía conmocionó a una ciencia que tenía como uno de sus principales bastiones la capacidad de predecir de manera determinista. Tan pronto como se conoció la tendencia al caos, se pensó en la autoaniquilación del universo. No obstante, existen posturas científicoepistemológicas optimistas, porque el caos no implica necesariamente la destrucción definitiva del sistema afectado. Del caos puede también surgir el orden. Mejor dicho, un nuevo orden. Rojas (2018):

Surgirán así, nuevas o renovadas formas sociales, bien para dar respuesta al caos originario, o para reafirmarlo en un retroceso histórico, usualmente incomprendido pero necesariamente útil para el crecimiento de la sociedad. Por ello, la entropía social es, por acción y definición, un fenómeno cíclico, complejo y dinámico, a partir del cual puede afirmarse que toda sociedad tiene en sí misma el germen de su diversidad, de su progresión, pero también del caos necesario para engendrarlo (p.1).

    Desde la complejidad, la aparente ausencia de orden, dada por el caos, ya no resulta un fenómeno patológico sino un aspecto constitutivo de la realidad. La complejidad explicita, entonces, un orden radicalmente diferente. Un orden en el que la incertidumbre, llámese inestabilidad, espontaneidad o libertad, domina a la exactitud y a la certeza. Sin incertidumbre no sería factible la complejidad. Finalizada la prolongada etapa de la entropización de los sistemas sociales, llega irremediablemente el caos. Los esfuerzos por impedirlo, a pesar de los fenómenos que se enfrentaron al proceso que lo produce, ceden inevitablemente. Unas veces de manera progresiva y con una manifiesta resistencia al cambio. Otras, con ostensible inmediatez y violencia.
   Cabe destacar, que Prigogine (1977) considera que se pueden esperar nuevos equilibrios surgidos de situaciones críticas, caóticas o que tienden a la incomunicación. A partir de sus estudios sobre estructuras disipativas que son de sistemas altamente desordenados en los cuales la conducta imprevisible de un elemento del conjunto puede conducir a una reestructuración armónica. 
   Estos sistemas de reintegración de fuerzas han sido estudiados, entre otras disciplinas, en la física, la química, la informática, la biología y las ciencias sociales. En la ciencia social ocurre algo similar, el antropólogo y sociólogo Balandier (2001) ha visto un paralelismo entre la búsqueda del caos de los científicos contemporáneos y el vocabulario posmodernista, particularmente con el concepto de desconstrucción.
      En consecuencia, el caos debe ser definido como concepto abstracto, y al caos social como manifestación de la dinámica de las sociedades. Para un número cada vez mayor de personas, el mundo se percibe como un lugar en el que crece el caos y esto se ha acentuado junto con el aumento del ritmo del paso del cambio. Es entonces la forma de amplificación de las desviaciones o imprecisiones iniciales la que determina la sensibilidad del sistema caótico y por ende sus restricciones de predictibilidad. 
    Este aspecto del caos se conoce popularmente como la parábola del efecto mariposa: el aleteo de una mariposa bastaría para desencadenar un huracán. Es decir, en condiciones de caoticidad, una pequeña causa puede generar un gran efecto irreversible. Antes de la aparición de la teoría del caos se pensaba que la aleatoriedad de un sistema caótico se debía a la enorme complejidad del mismo, lo que se interpretaba como el gran número de factores aleatorios externos que incidían sobre el sistema y lo tornaban impredecible. 
    Hoy se sabe que la caoticidad es una propiedad inherente a la propia dinámica interna del sistema, es decir, a su configuración, o sea, las interacciones locales que producen, como propiedad emergente, la caoticidad del sistema integral. Sistemas muy simples pueden ser caóticos, y a la inversa, sistemas complejos pueden no serlo. Analicemos esta metáfora: 

Por un clavo se perdió la herradura
Por una herradura se perdió el caballo
Por un caballo se perdió el jinete
Por un jinete se perdió la batalla
Por una batalla se perdió el reino»
Conclusión:
Por un clavo se perdió el reino.

Y vinculemos lo que puede ocurrir en la familia, utilizando la metáfora anterior desde la perspectiva del caos:
Por un vicio se perdió un niño
Por un niño se perdió un hombre
Por un hombre se perdió la familia
Por una familia se perdió la sociedad
Por una sociedad,se perdió la nación
Conclusión
Por un vicio se perdió la nación

A partir de lo anterior, la autora llama a la reflexión, porque como bien nos señala la teoría, esta pone en claro que el sello del caos lo constituye, no la complejidad ni el elevado número de variables intervinientes en el proceso, sino la sensibilidad a las condiciones iniciales, lo cual depende, a su vez, de la configuración de sus interacciones locales y que un solo hecho, aunque sea aislado puede alterar el todo en esa espiral donde todos formamos parte y que estamos necesariamente conectados a un mismo punto.Por tanto, dejo la siguiente interrogante ¿ por un vicio se puede perder una nación?.

Fuente: https://www.academia.edu/40098818/TESIS_DOCTORAL_RAQUEL_PE%C3%91A_PLC_JUNIO_2019

SỲMPAN: UN UNIVERSO PARALELO

SỲMPAN: UN UNIVERSO PARALELO

Desde la ventana contemplaba el cielo estrellado, una luz brillante destacaba entre todas las demás, bajo el lente de su telescopio. Desde niña, mirar el cielo fue su mayor pasión. A cada estrella le había dado un nombre, y esa en particular, la que más brillaba y resplandecía ante sus ojos, le había llamado Ousía, fue el término que retumbó en su mente, en su mundo.
Decidió estudiar astronomía y fue reconocida por su gran talento y hablidad para distinguir y reconocer las estrellas. En este universo, ella era la Princesa del cielo, conocía a cada una como si, fuese parte de ellas. Sin embargo, no podía entender, porque Ousía, no se visibilizaba ante los demás, solo se develó ante ella dos veces, cuando tenía diez años, y ese día que cumpliría veinte años. Miró al cielo, y pidió un deseo, al cerrar sus ojos.
Sasha, se sumergió en el más profundo sueño aquella noche estrellada, sintió como cual argonauta, que su cuerpo salía del universo en el cual había vivido por esos veinte años. Ahora se veía, en un mundo mágico, aquellos seres eran formidables, de una belleza inigualable, se dijo para sí misma, este lugar debe ser Ousía. Mi deseo se ha cumplido, he venido hasta ella, como ella viene a mí. En ese instante, un joven apuesto le preguntó:
_ ¿ por qué deseas vivir en nuestro universo?
A lo que ella respondió:
_ Aquí pertenezco, este es mi lugar, es mi creación, es el mundo que siempre he soñado. Soy Sasha. ¿ quién eres?
_ Soy el Príncipe Astéri, pero ¿ por qué aseguras que es tu universo? no eres de nuestro espacio astral, eres de la Tierra, aunque te parezcas a nosotros. Refutó Astéri el hijo del astro rey Wells del planeta Sỳmpan.
_ ¿Sỳmpan? pero ese planeta no existe en mi universo.
_ Por supuesto, que si existe, pero solo es visible ante los ojos y corazones puros, por eso estás aquí. Eres la única, quien ha podido ver nuestro radiante planeta.
_ Quieres decir, que ¡ nadie podrá conocer su existencia, si no es buena persona!
_ Si, somos parte de un universo paralelo, y cuando tu mundo sea destruido por la maldad de sus habitantes, su codicia y egoísmo y ambición de poder. Todos los que nos hayan visto serán salvados en nuestro mundo.
_ ¿la tierra será destruida?
_ Sí, y no solo ella todo ese universo que los terrícolas han explorado, en su afan de conquistar el cosmo. Los seres de la tierra, no han aprendido a coexistir entre ellos, y aún así pretenden ir a otros mundos a conquistarlos, su ambición no tiene límites.
Pero, Príncipe Astéri moriran muchas personas. _No, Sasha, todos los terrícolas inocentes serán salvados en este nuevo universo por nuestro astro rey Wells, mi padre. Entonces, ¿no viviremos en la tierra?
_ No, se desatará la «Guerra de los 2 universos» y vencerá el bien, ante el mal. Antes de eso, yo te protegeré y a todos los buenos y puros de corazón.
_ ¿Me protegerás?
_ Si Sasha, serás mi esposa, y de esa manera nuestros mundos se unirán para poder salvar la existencia de nuestro planeta.
_ ¡ tu esposa! pero,…¡ si no me conoces!
_ Claro, que te conozco desde niña, te visitaba en tu cielo, y brillaba para ti.
_ Entonces, tú, eres mi Ousía ¿mi estrella brillante?
_ Si, soy tu Ousía, pero mi nombre es Astéri.

Sasha, lo miró a sus ojos azul cielo, y en efecto brillaban como su Ousía. Su corazón latió a prisa, se inmovilizó ante aquella declaración de amor. Se sumergió en los ojos de su adorado Astéri, quien la conquistó y se la llevó para siempre a Sỳmpan.
Se cuenta que en el cielo de la tierra, cada 10 años aparecen 2 estrellas brillantes, pero que son pocos los que han podido contemplarlas, después de la desaparición de Sasha los astrónomos siguen buscando la estrella de la que ella dejó en sus libros, la Ousía sigue invisible para los que desean conquistarla.
Porque lo que no saben los exploradores, astronautas, astrónomos y científicos, es que, ese nuevo universo, ya no será el mismo, será un universo donde se respire aire puro. El bien, será principio cósmico de todos los habitantes de la tierra.

SIGNIFICADOS EN GRIEGO DE LOS TÉRMINOS:

Astéri: Estrella

Sỳmpan: Universo

Ousía. Esencia

https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2021/10/laguerradelosmundosconcursoderelatos.html
VIVIR EN ARMONÍA CON EL OTRO. UNA NECESIDAD DE ÍNDOLE COLECTIVA.

VIVIR EN ARMONÍA CON EL OTRO. UNA NECESIDAD DE ÍNDOLE COLECTIVA.

VIVIR EN ARMONÍA CON EL OTRO

Una vida social saludable
Solo se consigue cuando el espejo del alma,
la comunidad entera encuentra su reflejo.
Y cuando la virtud de cada uno vive
en toda la comunidad. Rudolf Steiner

El hombre es un ser social, así como lo señala Aristóteles (384-322 a. e. c.) “El hombre es un animal social («zoon politikon»  ζῷον πολιτικόν) que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad”, ahora bien, cabe preguntarse y retomar la interrogante que señalo en la Red I del trabajo doctoral ¿por qué no ha aprendido a convivir juntos en comunidad?, esto es una interrogante que se han venido haciendo grandes estudiosos del tema, se refleja por ejemplo resulta pertinente, señalar las interrogantes de Alain Touraine “¿Podremos vivir juntos?” y así como, la que presenta Jacques Delors en el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO (1996) ¿Cómo aprender a vivir juntos en la aldea planetaria? Si no podemos vivir en las comunidades que pertenecemos por naturaleza: la nación, la región, la ciudad, el pueblo, la vecindad. El interrogante central de la democracia es si queremos y si podemos participar en la vida de la comunidad.
Es interesante ver que filósofos como Platón también, trataron el tema en su obra la República, describe la ciudad justa, pero al mismo tiempo lo cree utópico, analicemos y repensemos que tanta verdad tendrá la frase dicha por este filósofo en relación a los males que azotan a una sociedad y finaliza con una frase sin esperanzas en una cita De Azcárate (1872) sobre Platón concluye:

y cuántos males se precaven ¿Los celos, las intrigas, los procesos, los robos, las violencias, las luchas entre pobres y ricos, la bajeza de los unos, la ambición de los otros, el libertinaje con todos sus funestos resultados, no aparecen aquí arrancados hasta de raíz? Un Estado en tales condiciones será dichoso. (…) Desgraciadamente todo esto no es más que un sueño. (p. 47)

      Entonces, qué ha pasado con el hombre, porque en vez construir, destruye, por qué en vez de formar, deforma, por qué no aprende de los animales irracionales, que a pesar de no tener razón resguardan su propia manada, por eso muchos ambientalistas expresan "el hombre es el único animal que atenta contra su propia especie", mientras no vivamos en armonía con nuestra propia especie, viviremos en guerra unos con otros, y ¿por qué y para qué? es ¿qué no somos capaces de construir un mejor mundo para las presentes y futuras generaciones?
     Ahora bien, considerando lo anterior, vale la pena tomar en cuenta algunos planteamientos extraídos de los hallazgos, en especial aquellos en que algunas familias sustentan sus posturas de refranes populares que se han divulgado de generación en generación. En un refrán expuesto por una de las informantes donde asegura “después de clavo pasado, no vale Santa Lucía”, se aprecia una negación al cambio, al respecto en relación a refranes que transmiten negación al cambio señala Moreno (2016) que: 

Cuando la referida literatura hace referencia a la negación de la negación, quiere transitar por la concepción de que en todo proceso (sea natural, social o psisémico) se dan fases inscritas inexorablemente en un movimiento que lleva consigo la negación sucesiva de unas a otras. Ahora bien; cuando el pueblo dice: “Cuando hay santos nuevos, los viejos no hacen milagros”, o “Plátano maduro no vuelve a verde”, está justamente asentando que en la vida hay etapas que se niegan unas a otras. Claro, negaciones que afirman de alguna manera lo viejo, lo anterior. En dialéctica, las negaciones de las etapas viejas no son absolutas. Son negaciones que niegan al tiempo que afirman de alguna manera lo que quedó atrás. “En rastrojos viejos, siempre quedan batatas”; es como decir: “En donde hubo fuego, siempre quedan llamas”. ¿Qué desea significar el sabio pueblo, con esto? Que, en la negación de las etapas, hay algo de afirmación. (p. 35)

En una hermenéusis sobre la filosofía popular manifestada por el actor social aquí descrito, se puede notar que según su visión después de un proceso ya en quiebre, no hay vuelta atrás, esa negación no cabe una posibilidad de cambio, esto lo sustenta Moreno (ob cit) cuando expresa: “adagios que connotan la noción negación de la negación en tanto componente de la ontoguiatura del cambio” (p. 36). 
Cabe resaltar, que los refranes en relación a los fenómenos sociales expuestos por las familias entrevistadas en mi trabajo doctoral dan una connotan de negación, y esto lleva a la reflexión y a repensar que desde la mirada que captamos los hechos sociales y el comportamiento del individuo ante los detonantes sociales. Es un tema que requiere profundizar y que la educación tiene un papel relevante en rescatar su esperanza y que, así como existen refranes de negación, hay otros de connotación positiva y optimista que puedan estimular desde una mirada más humanizadora que pueda buscar una forma de solucionar o apaciguar las problemáticas y no caer en la desesperanza, y lo que es peor aún en la indiferencia. Esto se puede apreciar en lo que sustenta Moreno (ob cit):

Inscritos en la racionalidad de la transformación, del cambio, hay muchos más adagios populares. Resulta muy fértil, para los efectos de entender la vida a través de la sabiduría cotidiana del pueblo, estudiarlos. Vemos cómo el pueblo en no pocas ocasiones se equipa de enfoques que dejan atrás la linealidad y sincronismo propios de las leyes lógico-analíticas. Tomarle el pulso al cambio que está presente siempre en toda realidad, en todo pensamiento, en toda emoción y en todo símbolo, parece ser la suprema motivación de la sabia gente común. Sabia gente común crea y templa el refranero del día a día. “El que no se arriesga, ni gana ni pierde”. “Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero” (…) (p. 39)

Es aquí partiendo de esta sabiduría popular aprovechar a la educación comunitaria para que emprenda ese motor social, promoviendo motivación para de esta forma rescatar la esperanza perdida, ir buscando soluciones en conjunto que aporten alternativas más efectivas para afrontar los fenómenos sociales, es un transitar que requiere de un trabajo en equipo y esto podría sustentarlo con un refrán popular afirmativo y positivo como “En la unión está la fuerza”. Es la educación la única capaz de transformar los pensamientos caóticos, por otros positivos, es la educación la única capaz de transformar los pensamientos caóticos, por otros positivos, los que formamos parte de la sociedad unidos y trabajando en los espacios comunitarios pueden lograrlo.
Cuando nos convertimos en un modelo a seguir, otros copiarán, intentarán mejorar y ver que si se trabaja en equipo es posible, si esto se alimenta en las comunidades, estas a su vez se nutren y por ende su sabia se expande por todas las ramificaciones de la sociedad, provocando ya no un efecto de caos, sino la metamorfosis social que tanto se espera, porque después de la tormenta, viene la calma, y esto podría lograrse, si educamos individuos sanos dentro y fuera del núcleo familiar en una sociedad saludable que anhelamos y merecemos. 
Si partimos de la frase de Rudolf Steiner dibujada como antesala en esta red, se puede expresar que una sociedad saludable, va a depender de cuan virtuosos sean sus ciudadanos, pues estos se verán reflejados en el alma de la comunidad en la medida que lleven una vida sana, funcional y respetándose unos a otros, es esta la transformación que se busca, que se anhela y que espera el mundo para vivir plenamente en paz y armonía con el otro en este planeta.

Fuente: Tesis Doctoral publicada en

https://perlasnarrativas.wordpress.com/2021/10/14/vivir-en-armonia-con-el-otro-una-necesidad-de-indole-colectiva/

Tiempos de cambios paradigmáticos

Tiempos de cambios paradigmáticos

Cambio de Paradigma Teórico -Práctico: Relación Sociedad Naturaleza

A grandes rasgos se trata del paso de una comprensión que concibe la naturaleza al servicio de la sociedad, hacia la de una relación ecosistémica sostenida en la mutua dependencia.
Este cambio paradigmático tiene relación con los dos cambios anteriores que son:

1.Los conocimientos recientes acerca del calentamiento global, que nos dejan claro la circunstancia en la historia contemporánea.

  1. Implicación pensar en términos de darnos cuenta de la situación actual.
    Antropoceno: Este término pretende nombrar una época geológica que define una variabilidad en el comportamiento terrestre y atmosférico asociado al proceso evolutivo humano.
    En la segunda mitad del siglo XX: Es cuando es revelador científicamente el efecto de las acciones humanas en el conjunto de la naturaleza. Se identifica como el inicio de la aceleración más impactante en términos ecológicos.
    Bajo estas evidencias científicas según Isabener y Lino (2018) dicen que las Ciencias Humanas y Sociales tendrán que elaborar y dominar instrumentos y conocimientos inéditos para responder a los problemas planteados, para esta nueva era de la humanidad.
    Dos conceptos importan en el trabajo relacionados con estas teorías y disciplinas híbridas: Biocultaralidad y Sustentabilidad. Se consideran que en ellas hay una ruta de reconocimiento o diálogo entre dos contextos de generación social, cultural y productiva: Campo-Ciudad.

Abordaje de la Sustentabilidad

La ONU define el desarrollo sustentable como la capacidad del sistema humano para satisfacer necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer los recursos y oportunidades por el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras. Se propone aquí que la única forma válida de pensar en la sustentabilidad es concebir a ésta como el proyecto de reorganización de los patrones de reorganización de los patrones de producción y consumo para superar el Paradigma Moderno de la segmentación Sociedad- Naturaleza.

Abordaje de la Bioculturalidad
Ofrece una perspectiva sobre las complejas interrelaciones entre procesos ecológicos y dinámicas culturales. Este enfoque surge del estudio y caracterización de paisajes inicialmente considerados naturales, pero que resultaron estar mediados por la intervención humana. Según Víctor Toledo (2013) Biocultura o Bioculturalidad consiste en no separar el estudio y la conservación de la Biodiversidad del estudio, y la conservación de las culturas.
Para Toledo y Barrera Bassols (2008) hay tres criterios asociados al legado biocultural: Biodiversidad, etnodiversidad, agrodiversidad Eckart Boege llama al conjunto: Patrimonio Cultural.

La UNESCO en reciente Declaración sobre la Diversidad Cultural, reconoce el bienestar y al sustento urbano y rural como íntimamente conectados con el estatus y las tendencias de la diversidad biológica y cultural y considera que se debe promover la diversidad biológica y cultural urbana a través de Subvenciones, creación de espacios verdes públicos, jardines comunitarios y el enverdecimiento de las ciudades.

En este sentido, tanto el estudio de la Bioculturalidad como el estudio de la sustentabilidad convocan aproximaciones metodológicas, dinámicas y abiertas a los análisis desde la subjetividad y su particular asociación con la investigación cualitativa como desde la integración objetivadora de datos cartográficos, cantidades, valores numéricos que permitan paliar el falso texto desvinculado entre: Naturaleza y Cultura.

Fuente: Reflexiones sobre Investigación Integrativa, una perspectiva inter y transdisciplinar. Autores (Comp) Rivera Pérez, Roberto y Andrade Salazar, José Alonso

ESPIRITUALIDAD Y EMOCIONALIDAD: DOS ROSTROS PARA UN NUEVO CAMINO DE INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA.

ESPIRITUALIDAD Y EMOCIONALIDAD: DOS ROSTROS PARA UN NUEVO CAMINO DE INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA.

ARTÍCULO QUE FUE DESARROLLADO EN EL LIBRO: DE LA FILOSOFÍA DE LO INVISIBLE A LA FILOSOFÍA DE LO POSIBLE. LIBRO INTERNACIONAL PUBLICADO POR LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL-ECUADOR-FEDER

Espiritualidad y Emocionalidad: Dos Rostros para un Nuevo Camino de Integración Latinoamericana.
Dra. Raquel Peña. Venezuela.

Y es partiendo de estas ideas o visiones, que la filosofía de este capítulo parte de la cosmovisión del hombre y su comportamiento social, para visualizar desde la ética y la dialéctica que lo viene acompañando en ese proceso hacia la «integración de la sociedad »y a partir de los cimientos existentes se puedan desentrañar las razones de sabios, expertos o científicos de las diferentes ciencias que han venido investigando, aportando y buscando soluciones que hagan de la Integración Latinoamericana una realidad, donde todos veamos más viables la concepción de un mundo social, sustentable y sostenible que pueda permanecer en el tiempo, mostrando dos rostros: Espiritualidad y Emocionalidad, que la puedan conducir hacia esa metamorfosis socioespiritual que cada día se hace más urgente.
Es propicio iniciar esta sección con una sinapsis filosófica y teórica de uno de los más grandes filósofos: Platón, que en una pincelada sobre la «Sociedad Ideal» plasmó una reflexión que es digna de ser estudiada y analizada en la actualidad y que es válida a pesar de los siglos en que fue emitida por este gran visionario, en su obra la República en una publicación De Azcárate (1872) :
En semejante comunidad de sentimientos y de intereses, de derechos y de deberes, ¡cuánto resplandece la armonía moral, qué unidad tan completa, y cuántos males se precaven ¿Los celos, las intrigas, los procesos, los robos, las violencias, las luchas entre pobres y ricos, la bajeza de los unos, la ambición de los otros, el libertinaje con todos sus funestos resultados, no aparecen aquí arrancados hasta de raíz? Una paz profunda é inalterable asegurará la felicidad de esta asociación, en la que gozará cada uno con seguridad, en razón de su mérito y de las funciones que le correspondan desempeñar, toda la felicidad que lleva naturalmente consigo un orden de cosas semejante. Un Estado en tales condiciones será dichoso. Desgraciadamente todo esto no es más que un sueño (p. 38).

Al realizar la exégesis del pensamiento anterior, nos llama Platón a la reflexión y cabe también preguntarnos:¿es una utopía la integración latinoamericana? Si consideramos lo que hoy impera en cada país que compone la América Latina e incluso más allá del otro lado del océano, es entonces, un gran desafío para filosófos y científicos de los siglos venideros. Otra inquietud, que nos interrogamos es: ¿qué tocará hacer, al afrontar los problemas y fenómenos sociales que azotan a América Latina?, porque al descubrir y repensar sobre lo anterior develado por Platón, esto nos advierte que si en una sociedad que marcó la época de oro, por todo el legado que nos dejaron y con una cultura milenaria, se observaron como los vicios en esos tiempos ebullían y eran parte también de su realidad, entonces, esto no es nuevo, y a pesar de toda la educación que recibieron las antiguas civilizaciones,estos vicios y males persistieron.También, vale la pena reflexionar en la actualidad, el qué conduce a este eminente filósofo a que llegase a tal conclusión «un sueño utópico la ciudad justa».
Si lo anterior, lo analizamos desde los rostros de la emocionalidad y la espiritualidad, esto se percibe bajo una mirada nostalgica, triste y desconsoladora. Y es porque hoy, aún persisten agigantados y haciendo estragos, sin piedad .los flagelos más abominables como: narcotráficos,mafias, pedofilias, prostitución, tráficos de órganos,lavados de dinero, corrupción política, entre otros males que azotan la humanidad. Entonces, es prudente que cada individuo desde sus espacios navegue en su océano interior y busque ese mundo que se hundió y está a punto de perderse en ese mar de incertidumbres y desesperanzas y nos preguntemos: ¿ será que no somos capaces de aprender y buscar cambiar los paradigmas existentes y transformar el mundo en que vivimos?
Dirigiendo mi rostro e internalizando los acontecimientos asfixiantes arriba señalados, desde un punto territorial y como conviviente de una comunidad de un sector popular venezolano, en la cual he venido realizando estudios (uno de maestría y uno doctoral) que me permitan encontrar elementos que de una u otra forma puedan contribuir de forma científica o aportar datos significativos a las ciencias sociales o de la educación, me he propuesto a investigar como observadora participante, durante todos estos años de estudios académicos y por supuesto como docente, el pescar los verdaderos motivos, vivencias y experiencias que inducen al ciudadano común a comportarse de una u otra manera y que mejor manera que estar inmersa en el escenario y experimentar los detonantes sociales que asfixian al «hombre pueblo» .
Donde he llegado a una posición concluyente; para minimizar cada uno de los problemas que nos ocupan como investigadores sociales, tenemos que trabajar dentro de las comunidades desde una visión transdisciplinar, es decir, ir más allá, cada una de las ciencias « educar al átomo social más importante: la Familia», para lograr la biometamorfosis social que urge y se traspole a los diferentes escenarios o esferas donde el individuo se desenvuelve: político, militar, económico, cultural, religioso, científico, ecológico, educativo y tecnológico.
Analicemos estas frases de los filosófos más importante de la historia antigua como:
Socrátes: “No hay que engañarse; se trata de un bien, que es el más grande de todos los bienes; se trata de la educación de los hijos, de que depende la felicidad de las familias; porque, según que los hijos son viciosos ó virtuosos, la casas caen ó se levantan” (p. 268)
Platón: “Cada estamento social tendrá que educarse con el fin de poder realizar correctamente sus funciones e impulsar su virtud”.
Aristóteles: “El hombre es un animal social («zoon politikon») que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad”.
Considerando las frases anteriores, siempre se ha escuchado, que, para entender el presente, debemos aprender del pasado. Pues, bien, les doy mi análisis como “mujer pueblo”: desde el mismo momento, que me encontré con estas frases dejaron marcado mi espíritu y mi sentir, mis rostros cambiaron, aquella máscara que para ese momento tenía palideció y me pregunté a mi misma: ¿qué estás haciendo por tu familia, por tu comunidad, por tu pueblo?, aunque confieso que desde siempre sentí la “necesidad de educar” identificándome con todo aquello que iba en beneficio del colectivo.
Estoy convencida que, hoy nuestra Pachamama grita, pide auxilio, nos da grandes señales para que nos sensibilicemos, para que aprendamos a convivir como seres vivos. En la Pedagogía de la Esperanza para Freire (1993) es « (…) la desesperanza es esperanza que perdiendo su dirección se convierte en distorsión de la necesidad ontológica» (p.1). Es decir, es autotransformadora, permite que el hombre desde su naturaleza pueda lograr cambiar su realidad,la esperanza posible es el reencuentro con su propia interioridad. Así, la realidad se da como aprendizaje en el interior de cada individuo social, que viva su propia experiencia. Freire (ob cit) con su concepto de concientización, propone la idea de que cada individuo se educa, según su conciencia, en un mundo que se abre a un abánico de oportunidades, con un sentido vivencial.
Ahora bien, reflexionemos sobre la crónica de algunos de los acontecimientos que han avivado la llama de nuestra Diosa Gaia, como la llamaran los griegos, en agosto del 2019 el pulmón vegetal Amazonia, el más grande del mundo se envolvió en llamas. Y meses más tarde del mismo año, Australia se vio envuelta en una catastrófe de incendio forestal, aún de mayor magnitud que la de Amazonia, donde murieron un sinfín de animales. Ahora bien, según fuentes oficiales, a través del Instituto Nacional de Investigación Espacial en Brasil (INPE) los incendios en Brasil aumentaron en un 80% en comparación con el 2018.
Estas cifras arriba señaladas alarmaron el planeta, en todos los idiomas expandió la noticia, muchos señalaron culpables, pero el asunto es como lo señala Freire es Consciencia y es educar nuestra espiritualidad y emocioanlidad territorial, de eso se trata, nuestros ancestros lo entendieron bien, sin tecnología, ni ciencia amando a la naturaleza como su Dios. El mundo entero se abocó a ver las causas y consecuencias del problema entre ellos: sabios, científicos e intelectuales y escritores en todos los géneros literarios empezaron a hablar del tema. Pero, pregunténse : ¿ quién es el verdadero responsable de los incendios?.
A inicios de enero del año 2020, otra noticia conmueve al mundo un posible detonante de la tercera guerra mundial. El planeta entero cuestionaban a las potencias involucradas (EEUU-IRAK) a consecuencias de aquella granada que acabó con la vida de un líder militar de Irak y que esta vez encendiera no una llama, sino algo aún peor un posible enfrentamiento entre especies humanas.Pero, no pasó de allí, aunque algunos países insisten en sus guerras internas o entre pares y no han comprendido aún que la vida del planeta es más importante, que la «integración planetaria debe ser la lucha»
Y hoy, el mundo está en cuarentena por un virus que ha ocasionado más de mil muertes, especialmente en Europa. El coronavirus se ha propagado por todo el mundo ha cruzado el océano y ha viajado por los cielos propagándose para exterminar la raza humana. América Latina ha presentado casos,pero pocas muertes, hasta el momento de redactar el presente artículo menos de 100 muertes se habían registrado de manera oficial en comparación con Europa. Fuentes de Organismos de la Salud,aún buscan el orígen del COVID-19. La primera infección humana se registró a finales de diciembre del 2019 en Wuhan, en una provincia China de Hubei, donde se registraron 41 casos de neumonía. Según un análisis de la Universidad de Pretoria escrito por la profesora Wanda Markotter (2020) señala que las investigaciones siguen trabajando para descubrir su verdadero orígen, hasta el momento no hay datos virológicos, epidemiológicos y antropológicos básicos de los brotes conocidos para mitigar los problemas de los potenciales brotes futuros. Donde aseveran que la educación a la población es lo más importante, en cuanto al consumo de animales o plantas, sin previas medidas sanitarias.
El coronavirus ha logrado una pandemia mundial,muchos aseguran un total caos. En cuanto al aspecto del caos, se conoce popularmente como la parábola del efecto mariposa: el aleteo de una mariposa bastaría para desencadenar un huracán. Es decir, en condiciones de caoticidad, una pequeña causa puede generar un gran efecto irreversible. Pero, si vemos desde la espiritualidad y la emocionalidad el mensaje que esto está transmitiendo, los países aprenderán la mejor lección: «todos debemos ayudarnos, debemos ser más conscientes, cambiar nuestras prácticas alimentarias, sanear nuestras comunidades, educar para la salud del planeta». Incluso si analizamos las situaciones arriba planteadas, desde la teoría del caos, como bien lo señala Peat (1999):
(…) el término científico «caos» se refiere a una interconexión subyacente que se manifiesta en acontecimientos aparentemente aleatorios. La ciencia del caos se centra en los modelos ocultos, en los matices, en la «sensibilidad» de las cosas y en la reglas sobre cómo lo impredecible conduce a lo nuevo (…) La cultura científica que desde hace cien años nos domina cada vez con mayor intensidad –algunos dirían que incluso somos sus prisioneros– ve el mundo en términos de análisis, cuantificación, simetría y mecanismos. El caos nos permite liberarnos de esas limitaciones. Si sabemos apreciar el caos, podemos empezar al mundo como un flujo de modelos animados con giros repentinos (…) la idea se aplica desde la medicina y la economía, hasta la guerra, las dinámicas sociales o las teorías de cómo se forman y cambian las organizaciones. El caos está dejando de ser una teoría científica para devenir una metáfora cultural. En cuanto a metáfora, el caos nos anima a cuestionar algunas de nuestras creencias más queridas y nos incita a formular preguntas acerca de la realidad. (p. 4-8)

Esto nos muestra otro rostro de ver el caos, aunque desde que se conoció la tendencia al caos, se pensó en la autoaniquilación del universo. No obstante, existen posturas científicoepistemológicas optimistas, porque el caos no implica necesariamente la destrucción definitiva del sistema afectado. Del caos puede también surgir el orden. Mejor dicho, un nuevo orden. Rojas (2018):
Surgirán así, nuevas o renovadas formas sociales, bien para dar respuesta al caos originario, o para reafirmarlo en un retroceso histórico, usualmente incomprendido pero necesariamente útil para el crecimiento de la sociedad. Por ello, la entropía social es, por acción y definición, un fenómeno cíclico, complejo y dinámico, a partir del cual puede afirmarse que toda sociedad tiene en sí misma el germen de su diversidad, de su progresión, pero también del caos necesario para engendrarlo (p. 20)

Las diferentes posturas filosóficas, permiten interpretar y explicar la realidad para el proceso de reflexión científica en la búsqueda de «vivir en armonía dentro de la sociedad» a través de los tiempos. Si consideramos y analizamos lo que plantea Hessen (1970) en cuanto a que la filosofía es como un intento del espíritu humano para llegar a una concepción del universo, mediante la autoreflexión y sus funciones valorativas, teóricas y prácticas, por lo tanto, la filosofía permite preguntarse y adentrarse dentro del mundo, de la naturaleza, y del hombre, en fin del universo, a la búsqueda de respuestas del por qué, el para qué y el qué del ser humano y del mundo que lo rodea. 

Desde la complejidad, la aparente ausencia de orden, dada por el caos, ya no resulta un fenómeno patológico sino un aspecto constitutivo de la realidad. La complejidad explicita, entonces, un orden radicalmente diferente. Un orden en el que la incertidumbre, llámese inestabilidad, espontaneidad o libertad, domina a la exactitud y a la certeza. Al respecto, y sobre este tema cabe parafrasear lo que expresa Tironi (2008) indicando que América Latina no ha sufrido los quiebres de cohesión que ha experimentado Europa: guerras de religión o guerras mundiales, en realidad nos mueven a una discusión sobre el orden social, por cuanto destaca que la cohesión social se ve, en ese sentido, como paz social, pero, en realidad, es un tema de orden social.
Por tanto, partiendo de las postura teóricas existentes, nos afirman que sin incertidumbre no sería factible la complejidad y por tanto la integración de América Latina, y el planeta entero estoy plenamente segura renacerá y resurgirá como tal lo establece la teoría del rizoma de cada una de las fracturas que han venido sufriendo a lo largo de la espiral territorial. Prigogine (1996) considera que se pueden esperar nuevos equilibrios surgidos de situaciones críticas, caóticas o que tienden a la incomunicación. A partir de sus estudios sobre estructuras disipativas que son de sistemas altamente desordenados en los cuales la conducta imprevisible de un elemento del conjunto puede conducir a una reestructuración armónica.
Después de filosofar, teorizar y reflexionar un poco, los invito a que entremos a repensar el tema de la integración de América Latina, ésta como parte de un todo, tiene sus raíces ancladas a la Gran Pachamama, donde se entretejen las ramificaciones que la nutren y otras van emergiendo, unas se hacen más fuertes y otras han sufrido fracturas que han provocado dentro de este macrosistema social un punto neural que no ha permitido consolidar de una vez su integración. Cabe repensar y repreguntarse: ¿Cuáles son los verdaderos rostros que afloran y lloran en el siglo XXI en nuestra América Latina?
Partiendo, de esta última interrogante, es propicio redescubrir a la Ciencia del Espíritu, por cuanto es esta, quien conduce a realizar profundas reflexiones filosóficas de la existencia, como bien en cita parafraseada Villegas (2020) de Husserl, donde señala que: «su misión es entonces, rehabilitar al mundo de la vida. Son acreedoras de una valoración positiva en lo que atañe el aporte que se puede esperar de estas para el desarrollo personal, individual y comunitario. (…)» (p.12). Por tanto, vemos como la Ciencia del Espíritu va mostrando su rostro, en donde el individuo requiere ir evolucionando, creciendo, pero interconectándose con su espacio, para que de otra manera pueda ser parte de la construcción de ese mundo mejor que añoramos o aún ideal la América Integrada que deseamos.
Siguiendo, en este mismo orden de ideas, es válido acotar lo que señala Monteagudo (1992) en cuanto a los problemas que azotan, agobian o asfixian al mundo actual, cuando expresa que la Ciencia del Espíritu debe irse nutriendo dentro de la humanidad y que debe “fomentar en su haber un espíritu de respeto mutuo en la construcción de un mundo común” (p.10).
Se puede decir, entonces, que la espiritualidad es el primer rostro que refleja nuestra esencia como individuo, país y/o nación o continente, por lo que debemos de nutrirle de valores universales que alimenten y no haya cabida a impurezas o toxinas que puedan opacar o empañar el accionar hacia ese mundo mejor que queremos construir, basado en el respeto mutuo que plantea Monteagudo, donde además el sistema de creencias, costumbres, hábitos, formas de pensar, ideologías religiosas o políticas, no sean obstáculos, sino por el contrario como piezas arquitectónicas únicas e irrepetibles puedan armonizar y engranar en el diseño de esa nueva América Latina que se ideogesta y nos merecemos.
La Espiritualidad como dimensión al estudiar la realidad, conlleva a una mirada transdisciplinar, pues ella observa al universo desde diferentes ángulos para poder compenetrarse con cada uno de los problemas que afectan la espiralidad territorial, en esa dinámica que mueve emociones socioculturales, y es precisamente allí, donde muestra su segundo rostro: Emocionalidad. Al hacerse frente ambos rostros, es donde entra en juego el rol de cada uno de los investigadores y/o científicos, por cuanto ya hay que estudiar a profundidad desde diferentes disciplinas, pero, en conjunto y trabajando en colectivo cada una de las alteraciones que fluyen en esa gran masa geográfica y van impactando los sectores más vulnerables.
Por ello, considerando lo anterior que urge de métodos de investigación enmarcado dentro de las ciencias de la complejidad o más allá, que permitan afrontar esta problemática transterritorial, ampliando los sentidos y considerando sus dos rostros. Espiritualidad-Emocionalidad, que la distinguen. En cuanto al rol de los gobiernos de la región, es propicio referir la postura de Carrizo (2007) cuando expresa que:
En la sociedad contemporánea es notable el crecimiento de la cantidad y la complejidad de los problemas que en todas las esferas tienen que enfrentar e intentar resolver los gobiernos, tanto en el nivel nacional como local. Es comprensible que los funcionarios a los diferentes niveles no cuenten siempre con la información, la experiencia y el conocimiento científico y técnico específico para abordar con efectividad la multiplicidad de desafíos que se les presentan sistemáticamente. Aquí es donde el conocimiento resultado de los procesos de investigación científica adquiere una importancia determinante como contribución a la toma de decisiones políticas basadas en la evidencia científica (p. 68).

    Tomando en cuenta lo anterior, es importante que se realicen desde las diferentes redes de investigación transdisciplinar investigaciones que puedan resolver de forma definitiva el “rompecabezas de la integración en América Latina”, el cual debe ser construido entre todos, por ello, es propicio destacar lo que se plantea en un artículo los expertos De Hoyos y Lustig (2009) cuando explican como se enfrentan problemas similares con la construcción de un modelo que incorpore variables en distintos niveles y esferas de acción, y que dé una explicación eficiente a los cambios en las desigualdades en la distribución del ingreso y en la pobreza. Los autores referidos dicen: 

En la práctica ese tipo de modelo no existe y posiblemente nunca existirá. Por eso, el conocimiento integral de un tema en contraste con el que se centra en contestar preguntas cada vez más específicas se va construyendo como un rompecabezas, con el agravante de ausencia de piezas y que las piezas existentes no todas provienen de la misma fuente y encajan de manera perfecta. Si continuamos con la metáfora del rompecabezas, nos tenemos que preguntar con qué piezas contamos y cuáles están menos cubiertas por la investigación vigente.

    Entonces, es imposible que un solo gobierno por sí solo pueda hacerlo, es desde los rostros de la  espiritualidad y emocionalidad que se dibuja cada realidad de la región, cada uno con sus vivencias, experiencias, conocimientos y saberes propios pueden construir la solución para el camino de la integración que tanta falta hace, sabemos que no es fácil “armar el rompecabezas” pero si entendemos el adagio popular de la frase en la: “unión está la fuerza” podremos iniciar el camino. La mejor estrategia en estos casos parece ser tratar de dibujar el perfil del rompecabezas, utilizando para ello la hipótesis de trabajo sobre las direcciones causales entre los elementos.
     De allí, que urge se consideren tanto los avances realizados, como los principales problemas y desafíos de sostenibilidad de América Latina y el Caribe para establecer el terreno en donde deberían generarse indicadores adecuados que logren capturar las especificidades y generalidades de la sostenibilidad para su Integración. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 1998) en su informe denominado “La Educación encierra un tesoro” expresa:
Compartimos que nada puede reemplazar, para contribuir a la creación, y al mantenimiento de una cultura cívica democrática, a un sistema formal de educación orientado hacia los cuatro principios de aprendizajes fundamentales: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, y aprender a ser. (p. 10)

También se debe reconocer que la realidad latinoamericana muestra que la aplicación de estos cuatro principios, que sustentan la calidad de los sistemas formales de educación para el siglo XXI, está condicionada por la interacción de sistemas y prácticas feudales, propias de la edad media europea, vigente aún en Centro y Sudamérica. Por estos planteamientos resulta pertinente las interrogantes “¿Podremos vivir juntos?”, de Alain Touraine y la que presenta Jacques Delors en el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO (ob cit):
¿Cómo aprender a vivir juntos en la aldea planetaria? Si no podemos vivir en las comunidades que pertenecemos por naturaleza: la nación, la región, la ciudad, el pueblo, la vecindad. El interrogante central de la democracia es si queremos y si podemos participar en la vida de la comunidad. (p. 1)

Analizando lo antes descrito, vale resaltar que todo ser humano posee un cerebro, con el que se mueven y gestionan sus conocimientos y pensamientos, en el coexiste el sistema límbico, donde cohabitan las emociones y estas reaccionan de manera innata, sin embargo, cada persona puede aprender a controlarlas, es lo que se conoce como inteligencia emocional, fue un término acuñado por Goleman (1996) la definió como «la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos » (p.54). Por tanto, somos nosotros los individuos los únicos capaces de gestionar nuestras emociones, por lo que, somos los únicos responsables de su accionar y proceder en su ambiente o entorno donde habitan.
Ahora bien, si nos referimos a los individuos (en especial los que tienen el poder político o económico) que se mueven en la “espiral territorial” actúan “ a veces, sin pensar” algo que se contrapone a la frase del eminente pensador positivista Descartes cuando señalaba: «Pienso, luego existo», y si lo tuviéramos aún entre nosotros, tendría que alterarla., pues vemos como las sociedades han ido perdiendo su brújula y si se gestionaran sus emociones, o recapacitaran un poco, y, dejaran a un lado su egocentrismo, egolatría, ambiciones de poder, sentimientos de guerras, vicios, entre otros males que han venido alimentando un monstruo que tiene a nuestra tierra en una guerra pasiva, extermina la existencia de los países con menos recursos y en especial, a los desnudos y descalzos que la habitan, sin piedad. Y en donde, en la mayoría de las veces no se evidencia el principio constitucional que tiene el Estado de construir una sociedad justa y próspera.
En cambio, vemos como el hombre pueblo a pesar de las circunstancias, sale adelante, lucha por estar junto a su familia, disfrutar, trabaja duro y sigue «vivo». En un informe que reportó Gallup en 2018 sobre el Estado de las emociones en el mundo, el cual se realizó una encuesta a más de 145 países, donde se miden las experiencias positivas, entre los (5) indicadores se pueden mencionar las que prevalecen: si se sintieron bien descansados, respetados, rieron, disfrutaron y/o aprendieron algo interesante y las (5) negativas por su parte incluyen preguntas sobre: si sintieron mucha rabia, estrés, preocupación, tristeza y dolor físico. Todas estas interrogantes se hacen en función de lo que transcurren en su cotidianidad. Y los resultados, son de admiración, porque a pesar de todas las adversidades y problemas que se enfrentan y afrontan en América Latina, su gente experimenta un mayor índice de experiencias positivas, en comparación con otros países de otras latitudes. Según, estas apreciaciones cuantitativas indican que: somos felices en América Latina, a pesar de la pobreza y marginalidad existente. Algo digno de estudiar, desde mi percepción, y comprobar que elementos favorecen ese rostro de Emocionalidad Positiva, ante la adversidad, lo llamaría Resiliencia Territorial.
No obstante, valdría preguntarse ¿y qué deber tienen los ciudadanos para construir un mejor mundo? Sí, tomamos la cita de Rudolf Steiner en relación al tema, cabe analizar lo que afirma: “una vida social saludable, solo se consigue cuando el espejo del alma, la comunidad entera encuentra su reflejo. Y cuando la virtud de cada uno vive en toda la comunidad”. Para que esto se logre, es necesario significar el concepto de cohesión social, pues para que se dé la integración, es necesario que este aspecto se consolide y es justo el que permite se estrechen los lazos territoriales.
En relación a la definición del término de cohesión, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL,2007) definió inicialmente la cohesión social como la dialéctica entre los mecanismos instituidos de inclusión y exclusión social y las percepciones y reacciones de los ciudadanos con respecto a la operación de dichos mecanismos (pertenencia). Esta definición sintetiza y pone en relación distintos elementos que hacen parte del desarrollo de las sociedades latinoamericanas, como las dinámicas de inclusión y exclusión y las percepciones y reacciones de los actores sociales. Esto constituye un punto de partida para dar una mirada más integral a la espiral de desarrollo en América Latina y cómo esto favorece e ilumina sus rostros para abrir el camino hacia la integración.
Y en cuanto a los elementos que obstaculizan, expone la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2010) lo siguiente: “Entre los fenómenos que están amenazando a la cohesión social se pueden mencionar especialmente la profundización de las brechas sociales y culturales, la corrosión de la gobernabilidad, la erosión de las fuentes tradicionales de pertenencia y la desconfianza ciudadana en las instituciones”. (p.14). Asimismo, la comisión expresa que “los conflictos son la base de la transformación de las sociedades, generando cambios de las personas, sus formas de organización e instituciones.” En el marco de resolver esta situación las ventajas y limitaciones que tendría un índice de cohesión social para América Latina y el Caribe construido por la CEPAL en un documento elaborado en el marco del proyecto Medir la Cohesión Social en América Latina. (2010)
existen al menos tres consideraciones adicionales importantes que se deben incluir en el análisis: i) la región presenta niveles de desigualdad y polarización muy elevados, tanto dentro de los países como entre países; ii) la naturaleza compleja del concepto de cohesión social y la elevada multiplicidad de factores que la determinan, y iii) la responsabilidad de la CEPAL como organismo internacional en la región frente a la construcción y la publicación de un indicador de estas características.(p. 16)

En cuanto a esto último, y analizando el tema de integración y conflicto, ha sido este un punto importante de debate en la sociología y en el caso de la teoría del conflicto, uno de los textos que fue clave en tratar de superar este debate fue el de Coser Lewis (1956), The Functions of Social Conflict, Free Press, en donde el autor plantea la existencia de conflictos como un aspecto positivo de la sociedad, ya que genera beneficios como el acercamiento de contendores.
Haciendo un análisis metafórico a este gran dilema, podríamos recordar lo que se canta en el poema Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Traigo una afirmación a la reflexión: «Hoy América Latina se encuentra en un gran desierto bajo una tormenta de arenas». De allí, surge la gran interrogante ¿Cuáles son estas arenas que se conglomeran y nos distancian a una nación de otra, por qué no hemos logrado de una vez unificar esfuerzos que permitan imbricarse a estas arenas y convertirlas en un oasis ? para dar respuesta a este enigma metafórico, se puede volver a la realidad argumentando con cientificidad lo que documenta la CEPAL(2010) definiendo e identificando cuatro (4) tipos de arenas que determinan una sociedad, veamos la conceptualización:
Una arena es un espacio específico que, en una sociedad determinada, aparece como relevante para construir cohesión social. Estas arenas difieren entre sociedades: difieren en tanto que pueden o no ser parte de la cohesión social en una sociedad dada, o pueden serlo con diferentes pesos y relevancias. En ese sentido, si bien los pilares son un esquema de aplicación general y sistemática, las arenas dependen siempre de un diagnóstico de una sociedad determinada. Podemos distinguir las cuatro arenas siguientes: Arena lazo social: Relación entre personas a nivel micro. Me relaciono como persona individual en un mundo compartido por otras personas individuales. Arena ciudadanía: Relación entre personas a nivel macro. Me relaciono con el colectivo en la construcción de un mundo compartido común. La construcción de la dirección de la sociedad es aquí el tema central. Arena mercado: Relación individualizada a nivel micro. Me relaciono con otros individuos sin generar un mundo compartido, sino solamente generando intercambios. La relación no es entre personas (en su concreción y especificidad), sino al final entre individuos (que, en última instancia, son intercambiables). Arenas de protección social: Relación individualizada con el colectivo. El beneficiario no se relaciona colectivamente con la sociedad, sino que de manera individual recibe y demanda beneficios específicos. La sociedad protege a sus miembros, pero sin generar un mundo compartido y común. (p. 32)

    Hagamos un análisis, partiendo de lo descrito anteriormente considerando las 4 arenas para lograr la cohesión de América Latina y así su integración:

Arena Lazo Social: La conceptualización con relación a esta arena nos afirma que como individuos somos seres sociales, tal como lo dijo Aristóteles. Por tanto, como individuo tengo derechos, pero también deberes universales que cumplir. Las 3 dimensiones que integran esta arena son: Familia, Sociabilidad y Confianza en el Otro Generalizado. Por tanto, acá se ve como la familia es un componente importante en el proceso de cohesión social, así como el individuo se relaciona con los demás, amigos, vecinos, entre otros y ya así esto repercuta en su comunidad.

Arena Ciudadanía: Ahora bien, en esa medida que como persona me comporte en donde cohabito, entonces construiré junto a los demás, mediante ese lazo social «el mundo que en colectivo todos deseamos» como ciudadanos de ese mundo al que pertenecemos. Esta arena viene dada por 3 dimensiones: Representación (Relación de la ciudadanía con el Estado), Democracia (mecanismos democráticos legítimos de elección de autoridades). y Estado de Derecho (ejecución efectiva de la ley). En este caso, individuos que cometan delitos, o en el caso de la corrupción, esto indica que la ley no se cumple de forma efectiva, si el Estado no hace nada por combatirla.

Arena Mercado: Esta arena comprende Movilidad Social, Acceso al Consumo y Trabajo. En América Latina la mayor parte de la población obtiene sus ingresos en forma prácticamente exclusiva a partir de su trabajo. Cabe destacar, que estas dimensiones deben ser equitativas para todos, sin distinciones, ni limitación alguna, es decir, que todos los miembros de una sociedad tengan acceso a cada una de las dimensiones arribas descritas, pues si esto no se cumple, entonces la cohesión social, no se dará.
Arenas de Protección Social: La constituyen dos dimensiones Salud y Previsión. Justo cuando el mundo se encuentra en cuarentena, es acá donde estas arenas están hoy en su gran momento, para que cada habitante del planeta se sienta seguro, que el lugar donde habita le provee lo necesario para resguardar su salud, que sus gobiernos trabajan en la prevención de la salud de sus ciudadanos, es esto lo que puede garantizar una cohesión social. Sin embargo, no es un trabajo solo de los gobiernos de cada nación, es un trabajo colectivo, en unión con los individuos, es por eso que las arenas anteriores juegan un papel relevante, para que puedan unirse en armonía y de esta manera veamos al final el oasis y no una tormenta en el desierto.
Concluyéndose, entonces y confirmándose que aún falta resolver el qué, el cómo y el porqué del camino que nos lleve a la Integración de América Latina, por cuanto el modelo latinoamericano desde una mirada transcompleja conlleva a la reconstrucción social, a partir de la interconexión de las arenas arriba conceptualizadas y no es nada fácil, pero tampoco imposible o utópico (soy optimista), son diferentes ciencias y disciplinas que convergen en esta gran tarea arquitectónica, pues es momento de un nuevo diseño que implique la conjunción de las partes, en ese todo, donde como bien, viene de anillo a lo dicho, cada individuo, cada país, cada organización, cada institución ponga «su granito de arena» para construir el camino a la integración de los pueblos americanos, y por qué no del mundo entero.
Es este el momento, los rostros han quitado su velo y se han expuesto para ser contemplados, ya es hora que entendamos de una vez por todo el mensaje que la Pachamama nos está enviando. Muchos lo han advertido, muchos lo han dicho, pero todo se ha quedado en letras muertas o engavetado en congresos en 4 paredes, el planeta necesita «Acciones» y solo los que tienen los poderes políticos, económicos, militares y religiosos son los que pueden dar el pañuelo ¡al fin! a nuestra gran diosa, y madre: La Tierra. Porque solo así ganaremos todos.

Referencias
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Carrizo, L. (2007) Aportes al fortalecimiento de capacidades para la investigación social y su enlace en las políticas públicas. En: Carrizo, Luis. (Ed). Gestión local del desarrollo y lucha contra la pobreza. Aportes para el fortalecimiento de la investigación y las políticas en América Latina. (pp 151-155). CLAEH/CAF/ UNESCO, Montevideo: Uruguay.
CEPAL/EUROSOCIAL (2007) Un sistema de indicadores para el seguimiento de la cohesión social en América Latina y el Caribe (LC/G.2362), Santiago de Chile, diciembre
CEPAL (2010) Cohesión Social en América Latina. Una revisión de conceptos, marcos de referencia e indicadores. Naciones Unidas (LC/G.2420), Santiago de Chile, junio.
Delors, J. (1998). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. México: Santillana, Ediciones Unesco
De Azcárate, P. (1872). Obras completas de Platón. La República o de lo Justo. Tomo 7. Madrid: Medina y Navarro Editores. Recuperado de http://www.filosofia.org/cla/pla/azf08051.htm
De Hoyos, R. y N. Lustig (2009), “Apertura comercial, desigualdad y pobreza. Reseña de los enfoques metodológicos, el estado del conocimiento y la asignatura pendiente”, El trimestre económico, vol. 76, Nº 2, abril-junio.
Freire, P. (1993). Pedagogía de la esperanza. Siglo XXI Editores. México.
Monteagudo, C. (1992). La tarea moral de las ciencias del espíritu en la fenomenología y la hermeùtica. Revista PUCP 4(2). Disponible: https://textos.pucp.edu.pe/pdf
Goleman, D. (1996) Inteligencia emocional. Barcelona: Kairos

   Peat, B. (1999). Modelos y diseños con herramientas de complejidad y caos.    México: Nuevo Mundo.
   Prigogine, I. (1996). El fin de las incertidumbres. Santiago de Chile: Andrés Bello.
   Rojas, R. (2013). Aproximación Conceptual de la Lógica Borrosa. La Transcomplejidad. Un Enfoque Emergente para la Producción de Conocimientos Complejos y Transdisciplinarios. Valencia, Venezuela: UC-REDITR.
   Tironi, Eugenio (2008), La cohesión social latinoamericana, Santiago de Chile, Uqbar.
    Villegas, C y otros (2020). Ciencias Espirituales y Transcomplejidad.     Serie Diálogo Transcomplejo Vol 4 N 2. Fondo Editorial UBA. REDIT. UNITEC. Venezuela.
Tipos de Familias

Tipos de Familias

Tipos de Familias
Desde la llegada del hombre, existió la necesidad de conformar grupos humanos, a partir de lo cual se definió en la historia la familia como la primera forma de organización social, que con el transcurrir del tiempo evolucionaron y hoy por hoy constituyen la primera escuela del individuo, forjador de aprendizajes, valores y comportamientos que apoyan el hacer ciudadano.
En la actualidad la familia es un conjunto de personas unidas por lazos de parentesco, ya sea consanguíneo, por matrimonio o adopción que viven juntos por un período indefinido de tiempo, constituyendo la unidad básica de la sociedad, es decir, la familia es importante, porque constituye la forma más elemental y primitiva de comunidad o agrupación humana, entendida como la célula social.
Con respecto a la familia Barroso (2009) señala que: “Familia, es un sistema, o sea, un grupo de personas todas importantes, diferentes, formando una totalidad con un significado propio y especial, en la búsqueda del crecimiento y bienestar de todos sus miembros” (p.79). De acuerdo a lo expresado con Barroso la familia si es un sistema, ya que es un conjunto de individuos donde cada uno tiene sus necesidades, objetivos, competencias e identidad propia, pero necesitan estar conectados y sustentarse entre sí, para que la familia tenga un funcionamiento óptimo. En ella se construye buena parte de los procesos vitales de la socialización, integración de normativa y de valores, formación de la identidad sexual, por lo que la familia representa un espacio único y esencial para la construcción del bienestar individual y social. Señala Garzon (2014):
Una de las preocupaciones actuales de científicos, políticas familiares y centros de investigación es saber hasta qué punto existe una convergencia en un modelo de cambio o, si por el contrario, se está produciendo una diversificación de formas nuevas de organización social básica.(p. 26)

No obstante,la familia ha evolucionado a medida que el desarrollo social se ha hecho más complejo; sin embargo, dentro de la misma se reflejan las características del sistema social en que está inmersa y en la que se producen los valores útiles a ese estado, por lo que no se puede obviar que la familia es el ambiente propiciador de la educación y que sin duda alguna, la primera educación se absorbe dentro del seno familiar donde todos sus miembros viven, al observar los rasgos característicos de la familia en la actualidad, se puede ver que los mismos tipifican una serie de modelos familiares.Al respecto Garzon (ob cit) señala Modelos de familias en el XXI en la actualidad, se distinguen distintos estilos de formas familiares, que coexisten:
La familia nuclear, formada por la madre, el padre y su descendencia. La familia extensa, formada familiares directospadres e hijos. Una familia extensa puede incluir abuelos, tíos, primos y otros parientes consanguíneos o afines. La familia monoparental, grupo familiar compuesto por un solo progenitor (puede ser padre o madre) con uno o varios hijos. La familia reconstruida, es la que está compuesta por los cónyuges que aportan al matrimonio hijos de los matrimonios previos. También llamadas ensambladas. Familia homoparental, pareja homosexual con hijos adoptivos, o procreados por un miembro de la pareja. Está aceptada jurídicamente en algunos países. La familia o pareja de hecho. Este modelo alude fundamentalmente al lazo legal que une a la pareja. Es el modelo dominante, por ejemplo, en ciertos sectores de la sociedad norteamericana y en países de Europa del Norte. Las unidades familiares o unidad afectiva. Unidades de convivencia que les une lazos afectivos, solidarios y de compromiso, sin lazos consanguíneos.(p 45)

Asimismo, se tiene que la familia nuclear, es aquella que está formada por mamá, papá e hijos y definida por Barrera y otros (2008):” predomina la relación paternal, con autoridad centrada en la figura masculina “. (p.19). Mientras que en la familia monoparental la conforma mamá e hijos (Familia Materno-Filial) o papá e hijos (Familia Paterno Filial).

La Familia en América Latina
Para América Latina, entre 1990 y 2005, la tasa de participación laboral femenina en las zonas urbanas de 18 países aumentó de 45.9 a 58.1 por ciento (Cepal, 2006). Es decir, actualmente, en la mayoría de las familias latinoamericanas urbanas, la mujer ha dejado de ser exclusivamente ama de casa para ingresar al mercado laboral y constituirse en un nuevo aportante al ingreso familiar. El modelo más tradicional de familia nuclear con ambos padres, hijos y donde la cónyuge realiza trabajo doméstico sólo alcanza a uno de cada cinco (20.9 por ciento) hogares latinoamericanos urbanos.
Las encuestas de uso de tiempo realizadas en algunos países de la región latinoamericana (Cuba 2001, Ecuador 2005 y Uruguay 2003) dan cuenta de la desigual distribución de tiempo destinado a las tareas domésticas y de cuidado de niños, ancianos y enfermos entre hombres y mujeres. Otra tendencia persistente es el aumento de las familias con jefatura femenina, que adquiere visibilidad y se ha analizado ampliamente en la región latinoamericana, especialmente en México y Centroamérica (Cepal, 2004; Chant, 2003; López y Salles, 2000).
Desde una perspectiva demográfica, se relaciona con el aumento de la soltería, de las separaciones y divorcios, de las migraciones y de la esperanza de vida. Desde un enfoque socioeconómico y cultural, obedece al aumento de la educación y a la creciente participación económica de las mujeres, lo cual les permite la independencia económica y la autonomía social para constituir o continuar en hogares sin parejas. Actualmente, casi un tercio de las familias en América Latina están encabezadas por mujeres (29.1 por ciento en 2005). Entre los hogares indigentes, los con jefas están sobrerrepresentados.
También se ha producido un aumento de los hogares no familiares. Entre ellos, los que más crecieron fueron los hogares unipersonales (6.7 a 9.7 por ciento). Los procesos de individualización propios de la modernidad se observan en el aumento de los hogares unipersonales, es decir, de las personas que por opción ya no viven en familia más habitual entre la población joven que posterga la decisión de unirse o entre la adulta mayor, con suficientes recursos económicos, donde la mayor longevidad de las mujeres ocasiona que exista mayor cantidad de viudas que de viudos.
Otro proceso en marcha es la reducción del tamaño promedio de las familias y hogares. Esta tendencia se registra en todos los países latinoamericanos, aunque con variaciones significativas. Uruguay es el que registra el menor tamaño promedio por hogar (tres personas en 2005) mientras que Nicaragua se sitúa en el extremo opuesto (5.1 personas en 2001). Esta situación se encuentra asociada a fenómenos que se interrelacionan entre sí, como la caída de la tasa de fecundidad, el nivel socioeconómico y el aumento de la educación y de la participación femenina en el mercado de trabajo. También inciden factores como las uniones más tardías, la postergación de la maternidad y el distanciamiento entre los hijos. Asimismo, el aumento de las uniones consensuales se acompaña con una duración menor de las uniones, lo que exige analizar la calidad de los lazos afectivos que se generan en su interior, así como su relación con los niveles de bienestar de la familia.
La migración como estrategia económica familiar conduce a la fragmentación de las familias de manera más o menos permanente, lo que plantea crear nuevas formas de relaciones familiares en los países de origen como en los de llegada (Jelin, 2005). Un nuevo tipo de familias se genera: las denominadas Familias A Distancia. En cuanto a este fenómeno, se puede dar el caso de Venezuela, que por la alta emigración por causa de la crisis económica que afectó al país, las familias se fragmentaron obligadas incluso algunas a dejar a sus hijos en cuidados de abuelos u otros familiares.
Tipología Familiar en América Latina
En América Latina tanto las disposiciones legales como la sociedad se han transformado para adaptarse a los nuevos modelos de familias, que, de acuerdo con un estudio publicado por la Revista de Derecho Privado de la Universidad de Externado, se puede clasificar en:
La Familia Matrimonial, que contempla la unión matrimonial «tradicional» entre heterosexuales. Este modelo se encuentra reconocido en todos los textos constitucionales con bases legales bien definidas.
La Familia Convivencial, reconocida por numerosos textos constitucionales de la región que se basan en la unión convivencial, «libre» o «de hecho». En algunos países equipara los derechos del matrimonio civil. “Los textos constitucionales latinoamericanos que se refieren de manera expresa a la unión convivencial se deduciría que: uno de ellos la prohíbe directamente; otros también lo harían, pero indirectamente, al exigir que la pareja de convivientes esté formada por un hombre y una mujer; y los restantes harían lo mismo que este último, pero de manera implícita, al no exigir expresamente que los integrantes de la pareja de convivientes sean de diferente género».
La Familia Homoparental está constituida por cónyuges del mismo sexo unidas de forma civil o convivencial.
La Familia Monoparental conformada únicamente por alguno de los progenitores y sus descendientes. Pueden darse por medio de la reproducción asistida o adopción por parte de personas solteras, así como la disolución del matrimonio o la unión convivencial.
La Familia Ensamblada se genera cuando uno o ambos miembros de la pareja tienen hijos de uniones anteriores.
La Familia Ampliada está integrada por varios núcleos familiares, como abuelos, tíos e incluso parientes lejanos.
La Familia Indígena conformada por parejas pertenecientes a comunidades indígenas que se rigen por sus propias costumbres, tradiciones y organización social, siempre y cuando estén bajo los fundamentos jurídicos de la nación y los derechos internacionales reconocidos.
También los roles de la familia han cambiado. Según un estudio de la Corporación Andina de Fomento (CAF) las mujeres latinoamericanas cabeza de hogar tienen mayor capacidad de ahorro, que los hombres.

La Familia en África
En la mayor parte de África, las sociedades son culturalmente agrícolas y, al igual que en otras  sociedades pre-industriales, la familia tiene una concepción de «familia extensa o extendida», en el sentido de que, a diferencia de la familia nuclear de las sociedades post-industriales constituidas por la pareja y los hijos, aquellas están compuestas por todos los parientes, que , en muchos casos, suele incluir a los antepasados como miembros que siguen perteneciendo y participando en los asuntos de la familia.
Tanto la posición de cada miembro de la familia, los derechos hereditarios y patrimoniales, como la el modelo seguido para el establecimiento de la residencia de una nueva familia, suelen estar marcadas por el carácter matrilineal (la herencia sigue la línea materna) o patrilineal (la herencia sigue la línea paterna) de cada grupo étnico.
A continuación, se presentan las diferentes tipologías de familias en el continente africano:
Tipología Familiar en la Sociedad de Akan
Los Akan tienen tres formas alternativas de residencia (patrilocal, natolocal, y avunculocal). En función del sistema seguido por cada matrimonio, la construcción de viviendas individuales es por consiguiente un proceso complejo que refleja su situación económica y el deseo de atenerse a valores culturales nacionales.
Natalocal Los hijos normalmente residen con sus madres y permanecen en su casa natal a lo largo de sus vidas.
Avunculocal Cuando los Akan siguen este modelo, maridos y esposas viven juntos y tienen con ellos a sus hijos hasta la pubertad. Llegada ésta, los hijos varones dejan la casa de sus padres para unirse a la familia del hermano de su madre.
Patrilocal. En el tercer sistema de residencia Akan, los hombres residen con sus esposas e hijos en la residencia del padre del marido.
Tipología Familiar en la Sociedad Lozi.
En Namibia : Al este de Caprivi
En Zambia : En la región de Barotseland que abarca las provincias del Oeste y Sur, cerca de Livingstone
En Zimbabwe : En la zona de las Cataratas Victoria
En Botswaba : En la zona fronteriza con Caprivi
La familia nuclear constituye la unidad económica básica de la sociedad Lozi. En el caso de matrimonios polígamos cada esposa tiene una vivienda separada y sus propios huerto y animales. Ella es libre de disponer del producto de su trabajo y recibe una porción del producto del marido. La cooperación en la producción y consumo entre las co-esposas no es siempre habitual. El ideal tradicional es que cada esposa sólo produce para su marido y sus hijos, pero hay una tendencia constante a alejarse de este ideal. Por ejemplo, es normal que una esposa prepare la comida para toda la familia. Los matrimonios son legitimados mediante el pago de una dote pequeña. 
La mayor de las esposas tiene privilegios en la distribución de la comida producida por el marido, pero no tiene autoridad sobre las otras esposas. El índice de divorcios es alto, y es normal que una Lozi haya tenido varios compañeros durante su vida. Aunque se prohíben los matrimonios entre los parientes íntimos, se dan algunos entre primos, pero con la condición de que tales matrimonios no pueden ser disueltos por divorcio. 
El sistema hereditario combina los sistemas matrilineal y patrilineal de la compleja forma siguiente:  los términos del parentesco usados para la primera generación ascendente es empleada también para los miembros de la tercera generación ascendente. En cambio, los miembros de las segunda y cuarta generación ascendentes se agrupan bajo un solo término de parentesco. Científicamente este sistema recibe el nombre de hawaiano, por ser en Hawái donde por primera vez se encontró y estudió este sistema.
Tipología Familiar en la Sociedad Mambwe
En Tanzania : En el suroeste del Lago Rukwa. Parte de los Lungu viven en el sureste y en la región de Bemba.
En Zambia : En el noreste de la provincia del Noreste, al sur del Lago Tanganyika
La sociedad Mambwe es patrilineal, los niños son preferidos sobre las niñas porque ellos continuarán el nombre familiar. El marido ejerce autoridad en la casa. La poligamia no es rara. La separación es casi desconocida. El divorcio viene como resultado de problemas diversos entre la pareja, siendo la causa más habitual la falta de hijos.

Tipología Familiar en la Sociedad Turkana
En Etiopía : En el del Río Omo en las regiones del extremo sudoeste del país.
En Kenia : Ninguna administración ha podido controlar la expansión del pueblo Turukana. Hoy los Turkana están en los distritos de Marsabit, Isiolo, Laikipia, Baringo, Pokot Oriental y TransNzoia.  Ocupan aproximadamente 64.000 km.cuadrados, incluidos los 2.000 del Lago Turkana. Su territorio representa uno noveno de la superficie total de Kenya.
Los Turkana generalmente viven en grupos familiares extendidos, y el awi familiar suele estar dividido en dos cercados separados. Uno es el napolon que es el cercado principal donde vive el cabeza de familia con la esposa principal. El otro es el abor, donde viven las demás esposas con sus hijos, así como los hijos casados. La entrada principal del hogar se situa siempre hacia el este. En el lado izquierdo se situa la vivienda de día de la esposa principal (ekal) y a la derecha la vivienda nocturna (akai). Las familias Turkana construyen a menudo sus awi junto a los awi de otras familias formando barrios que son las comunidades básicas en la organización social del pueblo Turkana. Los matrimonios Turkana tienen un periodo de prueba de tres años y no se considera definitivo el matrimonio hasta que el primer hijo comienza a andar. El precio de la novia (pagado por el novio) normalmente consiste en varias cabezas de ganado (vacas o camellos) procedentes del ganado del novio, de su padre, de los hermanos de su padre o su madre, o de sus compañeros del mismo grupo de edad. La esposa ocupa una posición importante en el awi, y mantiene lazos íntimos con su marido y su padre y hermanos.
Tipología Familiar en la Sociedad khoisan 
Localización:  Sur de Angola (conocidos como Ova-Kwankala), Namibia, Botswana, sur de Tanzania y norte de Sudáfrica. En el sur de Namibia y norte de Sudáfrica vive el Pueblo Nama que habla un idioma khoisan 
 Lee (1984). Según un estudio hecho en 1968: en una muestra de 131 hombres casados, 122 (93%) estaban viviendo de forma monógama, 7 (5%) estaban viviendo polígamamente (6 con 2 esposas y 1 con 3), y 2 hombres (2%) estaba viviendo den forma de poliandria: 2 hombres con 1 mujer. Aunque la poligamia se permite y los hombres lo desean, las esposas en general se oponen a ella. La poliandria es menos común y es considerada como una unión irregular. Cuando ocurre, normalmente se da entre las personas más viejas la edad, en edades ya no fértiles. En este estudio se señalaba cómo, curiosamente, los 7 hombres que eran polígamos eran curanderos y 5 de los 7 tenían fama de contar con poderes superiores. ¡La habilidad de sanar parece ser una señal de poder entre los! kung y tal vez, el tener más de una esposa fuera uno de los pocos símbolos de categoría social (Lee 1984: 80).
En los casos de poligamia las relaciones entre las esposas se intentan que sean armoniosas y de cooperación en la búsqueda de comida y en el cuidado de los niños. Según recoge el estudio señalado, los tres compañeros políticos duermen bajo la misma manta y las relaciones sexuales se mantienen discretamente con cada esposa en momentos diferentes (Lee 1984:81)

Tipología Familiar en Europa
Según Todd, hay cuatro formas de familia: la troncal, (típica de Alemania, Escandinavia, Francia suroriental, la Corona de Aragón y la zona vasconavarra), con un padre autoritario y desigualdad entre hermanos y con la parte principal de la herencia que recae en el primogénito. Esta estructura favoreció la revolución de la imprenta, el luteranismo y la organización del Estado alemán por la prusiana revolución desde arriba.
En la familia nuclear absoluta (Holanda e Inglaterra) los hijos se emancipan de sus padres con gran desigualdad entre ellos al repartir la herencia familiar. De ahí surgió la invención calvinista del individualismo y el capitalismo.
En la nuclear igualitaria (centro de Francia, España e Italia) los hijos se emancipan de sus padres, pero mantienen una fraternal igualdad entre ellos, dando lugar al universalismo revolucionario de “libertad, igualdad y fraternidad”.
La familia comunitaria extensa (sur de Italia y España), donde los hijos igualitarios permanecen dependiendo de por vida del patriarca familiar, dio lugar a las mafiosas redes clientelares del familismo amoral

ROL PARENTAL

ROL PARENTAL

Parentalidad Concretamente Barudy (2005, 2010), distingue entre dos formas de parentalidad: la parentalidad biológica, que tiene que ver con la procreación, y la parentalidad social, que tiene que ver con la existencia de capacidades para cuidar, proteger, educar y socializar a los hijos. La capacidad para ejercer este segundo tipo de parentalidad se adquiere principalmente en las familias de origen de los padres ya través de sus historias de relación, especialmente con sus propios padres, y es lo que llamamos competencias parentales En un análisis sintetizado que exponen Barudy y Dantagnan (2006), sobre las competencias parentales, estos afirman que éstas forman parte pues, de la parentalidad social. Y señalan que en algunos casos prevalece aún la creencia de que los progenitores por el hecho de haber concebido a sus hijos serán capaces de proporcionarles las atenciones necesarias, pero en realidad, podríamos encontramos que hay padres y madres biológicos que, por diferentes motivos por sus historias de vida, o por los contextos sociales, familiares y/o económicos que viven no tienen la capacidad necesaria para asegurar la crianza, el desarrollo y el bienestar de sus hijos/as.

Estos casos, descritos son un claro ejemplo de parentalidad social. Estas personas, a pesar de no haber engendrado a estos niños, han podido adquirir las competencias necesarias para ejercer una parentalidad social responsable y han podido desarrollar correctamente su tarea, promoviendo el desarrollo positivo de los niños, ayudándoles incluso a desarrollar la resiliencia, es decir, la capacidad de superar las consecuencias de experiencias difíciles o traumáticas, para seguir desarrollándose adecuadamente (Barudy y Dantagnan, 2010). 

Por otro lado, según Palacios y Rodrigo, (2004) citados en Navarro (2007) las Funciones Centradas en el Desarrollo de los Hijos son: • Función parental de protección: Velar por el buen desarrollo y crecimiento de los hijos, así como por su socialización. La familia es el primer agente que debe cumplir con la función socializadora, pero en el caso de la adopción a menudo no ha seguido un proceso de socialización correcto y este hecho genera en el niño sentimientos de inseguridad hacia las personas que deben satisfacer sus necesidades. • Función parental afectiva: Los padres deben proporcionar un entorno que garantice el desarrollo psicológico y afectivo del niño. Es habitual que los niños adoptados hayan sufrido carencias afectivas, ya sea por negligencia o por falta de recursos del entorno del que provienen. Sin embargo, es necesario que los padres adoptivos demuestren física y verbalmente su afecto y que desarrollen su rol paterno partiendo de conceptos como la comunicación, el amor, la paciencia y la dedicación. • Función parental de estimulación: Aportar a los hijos estimulación que garantice que se pueden desarrollar correctamente en su entorno físico y social. Que potencien sus capacidades tanto físicas como intelectuales, sociales … para conseguir la máxima potencialidad. • Función parental educativa: Tomar decisiones que garanticen el desarrollo educativo del niño y que tienen que ver no sólo con el ámbito educativo, sino con el modelo familiar que se establezca. Los padres deben poder orientar y dirigir el comportamiento de los niños y sus actitudes y valores de una forma coherente con el estilo familiar y que sea aceptable para el entorno. En el caso de los niños adoptados, se debe tener presente que, a menudo, han visto patrones de conducta inadecuados y han aprendido a reproducirlos por imitación de los modelos de referencia. La educación de un niño depende de los procesos relacionales, especialmente del tipo de vinculación emocional entre padres e hijos. Así pues, los niños aprenden a ser educados con y para alguien, siempre y cuando se sientan queridos y bien tratados (Cyrulnik, 2001; Barudy y Dantagnan, 2005). Los expertos u autores explican que, para asegurar la finalidad educativa de la parentalidad, los modelos educativos deben contemplar como mínimo 4 contenidos básicos:

 • El afecto: cuando está presente refleja un modelo educativo nutritivo y bientratante. • La comunicación: los padres tienen que comunicarse con sus hijos en un ambiente de escucha mutua, respeto y empatía, pero manteniendo una jerarquía de competencias. • El apoyo en los procesos de desarrollo y las exigencias de la madurez: los padres competentes estimulan y apoyan a sus hijos, y además les plantean retos para estimular sus logros, proporcionándoles reconocimiento y gratificación. • El control: Los niños necesitan a los adultos para poder desarrollar una inteligencia emocional y relacional, es decir, para poder controlar sus emociones, impulsos y deseos. La adquisición de autocontrol es posible si antes se ha experimentado un control externo regulador como el que hacen unos padres competentes, los cuales están atentos a las necesidades de sus hijos y les facilitan en cada oportunidad límites y normas a la vez que crean espacios de conversación y reflexión sobre sus vivencias emocionales, las formas de controlar sus emociones, así como las formas adaptativas y adecuadas de comportarse. 

La educación de un niño depende de los procesos relacionales, especialmente del tipo de vinculación emocional entre padres e hijos miento de las normas promueven procesos de reflexión para ayudar a sus hijos a integrar la responsabilidad de sus actos y aprender de los propios errores, ayudándoles a repararlos (Barudy y Dantagnan, 2007).