Me encontraba entre las brumas, no entendía muy bien lo que ocurría. Una voz me dijo:
—¡Despierta, despierta! — Llena de asombro😲 pregunté:
—¿quién eres?
— Soy tú, y tú eres yo. —me respondió
—Confundida😕 refuté: ¿cómo vas a ser yo, y yo tú? ¡eso es imposible!
— Entiendo que estés confundida, pero cada vez que te desequilibras, u ocurre un sistema de alerta, nos encontramos.
— Significa que, para volver a la normalidad, debo coexistir contigo.
— Somos antagónicas, nos necesitamos, en esa lucha de la dualidad emocional, vas aprendiendo a comprender mejor las cosas, y en esa medida maduras, creces y serás una mejor persona.
— Pero, creo que esta vez será difícil salir de esta tristeza, me siento terriblemente mal, no creo que pueda sobrevivir a este dolor.
— Yo en este momento represento para ti la serenidad, en ese mar de melancolía en el que te enrumbas, y te sientes en la deriva, nadie te pide que sonrías, porque eso sería muy cruel, en estos momentos donde sufriste una pérdida que te rompió el corazón, pero las peores tormentas pasan, quizás ahora no ves el arcoíris de tu vida, los días pasaran, las estaciones serán tu mejores aliadas, el tiempo sana las heridas, eso dicen, y es cierto es con los años que nos damos cuenta de eso, y lo comprendemos con la madurez emocional.
—Entonces, no estoy sola, estás conmigo. Seguiré adelante, no puedo defraudar a los que todavía creen en mí.
Abrí la ventana. Un arcoíris apareció ante mí.
El micro se inspira en la dualidad emocional: tristeza/serenidad dolor/optimismo todo aquello que nos hace sentir una pérdida, pero que más allá de eso, siempre superamos y seguimos adelante.
ARTÍCULO QUE FUE DESARROLLADO EN EL LIBRO: DE LA FILOSOFÍA DE LO INVISIBLE A LA FILOSOFÍA DE LO POSIBLE. LIBRO INTERNACIONAL PUBLICADO POR LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL-ECUADOR-FEDER
Espiritualidad y Emocionalidad: Dos Rostros para un Nuevo Camino de Integración Latinoamericana. Dra. Raquel Peña. Venezuela.
Y es partiendo de estas ideas o visiones, que la filosofía de este capítulo parte de la cosmovisión del hombre y su comportamiento social, para visualizar desde la ética y la dialéctica que lo viene acompañando en ese proceso hacia la «integración de la sociedad »y a partir de los cimientos existentes se puedan desentrañar las razones de sabios, expertos o científicos de las diferentes ciencias que han venido investigando, aportando y buscando soluciones que hagan de la Integración Latinoamericana una realidad, donde todos veamos más viables la concepción de un mundo social, sustentable y sostenible que pueda permanecer en el tiempo, mostrando dos rostros: Espiritualidad y Emocionalidad, que la puedan conducir hacia esa metamorfosis socioespiritual que cada día se hace más urgente. Es propicio iniciar esta sección con una sinapsis filosófica y teórica de uno de los más grandes filósofos: Platón, que en una pincelada sobre la «Sociedad Ideal» plasmó una reflexión que es digna de ser estudiada y analizada en la actualidad y que es válida a pesar de los siglos en que fue emitida por este gran visionario, en su obra la República en una publicación De Azcárate (1872) : En semejante comunidad de sentimientos y de intereses, de derechos y de deberes, ¡cuánto resplandece la armonía moral, qué unidad tan completa, y cuántos males se precaven ¿Los celos, las intrigas, los procesos, los robos, las violencias, las luchas entre pobres y ricos, la bajeza de los unos, la ambición de los otros, el libertinaje con todos sus funestos resultados, no aparecen aquí arrancados hasta de raíz? Una paz profunda é inalterable asegurará la felicidad de esta asociación, en la que gozará cada uno con seguridad, en razón de su mérito y de las funciones que le correspondan desempeñar, toda la felicidad que lleva naturalmente consigo un orden de cosas semejante. Un Estado en tales condiciones será dichoso. Desgraciadamente todo esto no es más que un sueño (p. 38).
Al realizar la exégesis del pensamiento anterior, nos llama Platón a la reflexión y cabe también preguntarnos:¿es una utopía la integración latinoamericana? Si consideramos lo que hoy impera en cada país que compone la América Latina e incluso más allá del otro lado del océano, es entonces, un gran desafío para filosófos y científicos de los siglos venideros. Otra inquietud, que nos interrogamos es: ¿qué tocará hacer, al afrontar los problemas y fenómenos sociales que azotan a América Latina?, porque al descubrir y repensar sobre lo anterior develado por Platón, esto nos advierte que si en una sociedad que marcó la época de oro, por todo el legado que nos dejaron y con una cultura milenaria, se observaron como los vicios en esos tiempos ebullían y eran parte también de su realidad, entonces, esto no es nuevo, y a pesar de toda la educación que recibieron las antiguas civilizaciones,estos vicios y males persistieron.También, vale la pena reflexionar en la actualidad, el qué conduce a este eminente filósofo a que llegase a tal conclusión «un sueño utópico la ciudad justa». Si lo anterior, lo analizamos desde los rostros de la emocionalidad y la espiritualidad, esto se percibe bajo una mirada nostalgica, triste y desconsoladora. Y es porque hoy, aún persisten agigantados y haciendo estragos, sin piedad .los flagelos más abominables como: narcotráficos,mafias, pedofilias, prostitución, tráficos de órganos,lavados de dinero, corrupción política, entre otros males que azotan la humanidad. Entonces, es prudente que cada individuo desde sus espacios navegue en su océano interior y busque ese mundo que se hundió y está a punto de perderse en ese mar de incertidumbres y desesperanzas y nos preguntemos: ¿ será que no somos capaces de aprender y buscar cambiar los paradigmas existentes y transformar el mundo en que vivimos? Dirigiendo mi rostro e internalizando los acontecimientos asfixiantes arriba señalados, desde un punto territorial y como conviviente de una comunidad de un sector popular venezolano, en la cual he venido realizando estudios (uno de maestría y uno doctoral) que me permitan encontrar elementos que de una u otra forma puedan contribuir de forma científica o aportar datos significativos a las ciencias sociales o de la educación, me he propuesto a investigar como observadora participante, durante todos estos años de estudios académicos y por supuesto como docente, el pescar los verdaderos motivos, vivencias y experiencias que inducen al ciudadano común a comportarse de una u otra manera y que mejor manera que estar inmersa en el escenario y experimentar los detonantes sociales que asfixian al «hombre pueblo» . Donde he llegado a una posición concluyente; para minimizar cada uno de los problemas que nos ocupan como investigadores sociales, tenemos que trabajar dentro de las comunidades desde una visión transdisciplinar, es decir, ir más allá, cada una de las ciencias « educar al átomo social más importante: la Familia», para lograr la biometamorfosis social que urge y se traspole a los diferentes escenarios o esferas donde el individuo se desenvuelve: político, militar, económico, cultural, religioso, científico, ecológico, educativo y tecnológico. Analicemos estas frases de los filosófos más importante de la historia antigua como: Socrátes: “No hay que engañarse; se trata de un bien, que es el más grande de todos los bienes; se trata de la educación de los hijos, de que depende la felicidad de las familias; porque, según que los hijos son viciosos ó virtuosos, la casas caen ó se levantan” (p. 268) Platón: “Cada estamento social tendrá que educarse con el fin de poder realizar correctamente sus funciones e impulsar su virtud”. Aristóteles: “El hombre es un animal social («zoon politikon») que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad”. Considerando las frases anteriores, siempre se ha escuchado, que, para entender el presente, debemos aprender del pasado. Pues, bien, les doy mi análisis como “mujer pueblo”: desde el mismo momento, que me encontré con estas frases dejaron marcado mi espíritu y mi sentir, mis rostros cambiaron, aquella máscara que para ese momento tenía palideció y me pregunté a mi misma: ¿qué estás haciendo por tu familia, por tu comunidad, por tu pueblo?, aunque confieso que desde siempre sentí la “necesidad de educar” identificándome con todo aquello que iba en beneficio del colectivo. Estoy convencida que, hoy nuestra Pachamama grita, pide auxilio, nos da grandes señales para que nos sensibilicemos, para que aprendamos a convivir como seres vivos. En la Pedagogía de la Esperanza para Freire (1993) es « (…) la desesperanza es esperanza que perdiendo su dirección se convierte en distorsión de la necesidad ontológica» (p.1). Es decir, es autotransformadora, permite que el hombre desde su naturaleza pueda lograr cambiar su realidad,la esperanza posible es el reencuentro con su propia interioridad. Así, la realidad se da como aprendizaje en el interior de cada individuo social, que viva su propia experiencia. Freire (ob cit) con su concepto de concientización, propone la idea de que cada individuo se educa, según su conciencia, en un mundo que se abre a un abánico de oportunidades, con un sentido vivencial. Ahora bien, reflexionemos sobre la crónica de algunos de los acontecimientos que han avivado la llama de nuestra Diosa Gaia, como la llamaran los griegos, en agosto del 2019 el pulmón vegetal Amazonia, el más grande del mundo se envolvió en llamas. Y meses más tarde del mismo año, Australia se vio envuelta en una catastrófe de incendio forestal, aún de mayor magnitud que la de Amazonia, donde murieron un sinfín de animales. Ahora bien, según fuentes oficiales, a través del Instituto Nacional de Investigación Espacial en Brasil (INPE) los incendios en Brasil aumentaron en un 80% en comparación con el 2018. Estas cifras arriba señaladas alarmaron el planeta, en todos los idiomas expandió la noticia, muchos señalaron culpables, pero el asunto es como lo señala Freire es Consciencia y es educar nuestra espiritualidad y emocioanlidad territorial, de eso se trata, nuestros ancestros lo entendieron bien, sin tecnología, ni ciencia amando a la naturaleza como su Dios. El mundo entero se abocó a ver las causas y consecuencias del problema entre ellos: sabios, científicos e intelectuales y escritores en todos los géneros literarios empezaron a hablar del tema. Pero, pregunténse : ¿ quién es el verdadero responsable de los incendios?. A inicios de enero del año 2020, otra noticia conmueve al mundo un posible detonante de la tercera guerra mundial. El planeta entero cuestionaban a las potencias involucradas (EEUU-IRAK) a consecuencias de aquella granada que acabó con la vida de un líder militar de Irak y que esta vez encendiera no una llama, sino algo aún peor un posible enfrentamiento entre especies humanas.Pero, no pasó de allí, aunque algunos países insisten en sus guerras internas o entre pares y no han comprendido aún que la vida del planeta es más importante, que la «integración planetaria debe ser la lucha» Y hoy, el mundo está en cuarentena por un virus que ha ocasionado más de mil muertes, especialmente en Europa. El coronavirus se ha propagado por todo el mundo ha cruzado el océano y ha viajado por los cielos propagándose para exterminar la raza humana. América Latina ha presentado casos,pero pocas muertes, hasta el momento de redactar el presente artículo menos de 100 muertes se habían registrado de manera oficial en comparación con Europa. Fuentes de Organismos de la Salud,aún buscan el orígen del COVID-19. La primera infección humana se registró a finales de diciembre del 2019 en Wuhan, en una provincia China de Hubei, donde se registraron 41 casos de neumonía. Según un análisis de la Universidad de Pretoria escrito por la profesora Wanda Markotter (2020) señala que las investigaciones siguen trabajando para descubrir su verdadero orígen, hasta el momento no hay datos virológicos, epidemiológicos y antropológicos básicos de los brotes conocidos para mitigar los problemas de los potenciales brotes futuros. Donde aseveran que la educación a la población es lo más importante, en cuanto al consumo de animales o plantas, sin previas medidas sanitarias. El coronavirus ha logrado una pandemia mundial,muchos aseguran un total caos. En cuanto al aspecto del caos, se conoce popularmente como la parábola del efecto mariposa: el aleteo de una mariposa bastaría para desencadenar un huracán. Es decir, en condiciones de caoticidad, una pequeña causa puede generar un gran efecto irreversible. Pero, si vemos desde la espiritualidad y la emocionalidad el mensaje que esto está transmitiendo, los países aprenderán la mejor lección: «todos debemos ayudarnos, debemos ser más conscientes, cambiar nuestras prácticas alimentarias, sanear nuestras comunidades, educar para la salud del planeta». Incluso si analizamos las situaciones arriba planteadas, desde la teoría del caos, como bien lo señala Peat (1999): (…) el término científico «caos» se refiere a una interconexión subyacente que se manifiesta en acontecimientos aparentemente aleatorios. La ciencia del caos se centra en los modelos ocultos, en los matices, en la «sensibilidad» de las cosas y en la reglas sobre cómo lo impredecible conduce a lo nuevo (…) La cultura científica que desde hace cien años nos domina cada vez con mayor intensidad –algunos dirían que incluso somos sus prisioneros– ve el mundo en términos de análisis, cuantificación, simetría y mecanismos. El caos nos permite liberarnos de esas limitaciones. Si sabemos apreciar el caos, podemos empezar al mundo como un flujo de modelos animados con giros repentinos (…) la idea se aplica desde la medicina y la economía, hasta la guerra, las dinámicas sociales o las teorías de cómo se forman y cambian las organizaciones. El caos está dejando de ser una teoría científica para devenir una metáfora cultural. En cuanto a metáfora, el caos nos anima a cuestionar algunas de nuestras creencias más queridas y nos incita a formular preguntas acerca de la realidad. (p. 4-8)
Esto nos muestra otro rostro de ver el caos, aunque desde que se conoció la tendencia al caos, se pensó en la autoaniquilación del universo. No obstante, existen posturas científicoepistemológicas optimistas, porque el caos no implica necesariamente la destrucción definitiva del sistema afectado. Del caos puede también surgir el orden. Mejor dicho, un nuevo orden. Rojas (2018): Surgirán así, nuevas o renovadas formas sociales, bien para dar respuesta al caos originario, o para reafirmarlo en un retroceso histórico, usualmente incomprendido pero necesariamente útil para el crecimiento de la sociedad. Por ello, la entropía social es, por acción y definición, un fenómeno cíclico, complejo y dinámico, a partir del cual puede afirmarse que toda sociedad tiene en sí misma el germen de su diversidad, de su progresión, pero también del caos necesario para engendrarlo (p. 20)
Las diferentes posturas filosóficas, permiten interpretar y explicar la realidad para el proceso de reflexión científica en la búsqueda de «vivir en armonía dentro de la sociedad» a través de los tiempos. Si consideramos y analizamos lo que plantea Hessen (1970) en cuanto a que la filosofía es como un intento del espíritu humano para llegar a una concepción del universo, mediante la autoreflexión y sus funciones valorativas, teóricas y prácticas, por lo tanto, la filosofía permite preguntarse y adentrarse dentro del mundo, de la naturaleza, y del hombre, en fin del universo, a la búsqueda de respuestas del por qué, el para qué y el qué del ser humano y del mundo que lo rodea.
Desde la complejidad, la aparente ausencia de orden, dada por el caos, ya no resulta un fenómeno patológico sino un aspecto constitutivo de la realidad. La complejidad explicita, entonces, un orden radicalmente diferente. Un orden en el que la incertidumbre, llámese inestabilidad, espontaneidad o libertad, domina a la exactitud y a la certeza. Al respecto, y sobre este tema cabe parafrasear lo que expresa Tironi (2008) indicando que América Latina no ha sufrido los quiebres de cohesión que ha experimentado Europa: guerras de religión o guerras mundiales, en realidad nos mueven a una discusión sobre el orden social, por cuanto destaca que la cohesión social se ve, en ese sentido, como paz social, pero, en realidad, es un tema de orden social. Por tanto, partiendo de las postura teóricas existentes, nos afirman que sin incertidumbre no sería factible la complejidad y por tanto la integración de América Latina, y el planeta entero estoy plenamente segura renacerá y resurgirá como tal lo establece la teoría del rizoma de cada una de las fracturas que han venido sufriendo a lo largo de la espiral territorial. Prigogine (1996) considera que se pueden esperar nuevos equilibrios surgidos de situaciones críticas, caóticas o que tienden a la incomunicación. A partir de sus estudios sobre estructuras disipativas que son de sistemas altamente desordenados en los cuales la conducta imprevisible de un elemento del conjunto puede conducir a una reestructuración armónica. Después de filosofar, teorizar y reflexionar un poco, los invito a que entremos a repensar el tema de la integración de América Latina, ésta como parte de un todo, tiene sus raíces ancladas a la Gran Pachamama, donde se entretejen las ramificaciones que la nutren y otras van emergiendo, unas se hacen más fuertes y otras han sufrido fracturas que han provocado dentro de este macrosistema social un punto neural que no ha permitido consolidar de una vez su integración. Cabe repensar y repreguntarse: ¿Cuáles son los verdaderos rostros que afloran y lloran en el siglo XXI en nuestra América Latina? Partiendo, de esta última interrogante, es propicio redescubrir a la Ciencia del Espíritu, por cuanto es esta, quien conduce a realizar profundas reflexiones filosóficas de la existencia, como bien en cita parafraseada Villegas (2020) de Husserl, donde señala que: «su misión es entonces, rehabilitar al mundo de la vida. Son acreedoras de una valoración positiva en lo que atañe el aporte que se puede esperar de estas para el desarrollo personal, individual y comunitario. (…)» (p.12). Por tanto, vemos como la Ciencia del Espíritu va mostrando su rostro, en donde el individuo requiere ir evolucionando, creciendo, pero interconectándose con su espacio, para que de otra manera pueda ser parte de la construcción de ese mundo mejor que añoramos o aún ideal la América Integrada que deseamos. Siguiendo, en este mismo orden de ideas, es válido acotar lo que señala Monteagudo (1992) en cuanto a los problemas que azotan, agobian o asfixian al mundo actual, cuando expresa que la Ciencia del Espíritu debe irse nutriendo dentro de la humanidad y que debe “fomentar en su haber un espíritu de respeto mutuo en la construcción de un mundo común” (p.10). Se puede decir, entonces, que la espiritualidad es el primer rostro que refleja nuestra esencia como individuo, país y/o nación o continente, por lo que debemos de nutrirle de valores universales que alimenten y no haya cabida a impurezas o toxinas que puedan opacar o empañar el accionar hacia ese mundo mejor que queremos construir, basado en el respeto mutuo que plantea Monteagudo, donde además el sistema de creencias, costumbres, hábitos, formas de pensar, ideologías religiosas o políticas, no sean obstáculos, sino por el contrario como piezas arquitectónicas únicas e irrepetibles puedan armonizar y engranar en el diseño de esa nueva América Latina que se ideogesta y nos merecemos. La Espiritualidad como dimensión al estudiar la realidad, conlleva a una mirada transdisciplinar, pues ella observa al universo desde diferentes ángulos para poder compenetrarse con cada uno de los problemas que afectan la espiralidad territorial, en esa dinámica que mueve emociones socioculturales, y es precisamente allí, donde muestra su segundo rostro: Emocionalidad. Al hacerse frente ambos rostros, es donde entra en juego el rol de cada uno de los investigadores y/o científicos, por cuanto ya hay que estudiar a profundidad desde diferentes disciplinas, pero, en conjunto y trabajando en colectivo cada una de las alteraciones que fluyen en esa gran masa geográfica y van impactando los sectores más vulnerables. Por ello, considerando lo anterior que urge de métodos de investigación enmarcado dentro de las ciencias de la complejidad o más allá, que permitan afrontar esta problemática transterritorial, ampliando los sentidos y considerando sus dos rostros. Espiritualidad-Emocionalidad, que la distinguen. En cuanto al rol de los gobiernos de la región, es propicio referir la postura de Carrizo (2007) cuando expresa que: En la sociedad contemporánea es notable el crecimiento de la cantidad y la complejidad de los problemas que en todas las esferas tienen que enfrentar e intentar resolver los gobiernos, tanto en el nivel nacional como local. Es comprensible que los funcionarios a los diferentes niveles no cuenten siempre con la información, la experiencia y el conocimiento científico y técnico específico para abordar con efectividad la multiplicidad de desafíos que se les presentan sistemáticamente. Aquí es donde el conocimiento resultado de los procesos de investigación científica adquiere una importancia determinante como contribución a la toma de decisiones políticas basadas en la evidencia científica (p. 68).
Tomando en cuenta lo anterior, es importante que se realicen desde las diferentes redes de investigación transdisciplinar investigaciones que puedan resolver de forma definitiva el “rompecabezas de la integración en América Latina”, el cual debe ser construido entre todos, por ello, es propicio destacar lo que se plantea en un artículo los expertos De Hoyos y Lustig (2009) cuando explican como se enfrentan problemas similares con la construcción de un modelo que incorpore variables en distintos niveles y esferas de acción, y que dé una explicación eficiente a los cambios en las desigualdades en la distribución del ingreso y en la pobreza. Los autores referidos dicen:
En la práctica ese tipo de modelo no existe y posiblemente nunca existirá. Por eso, el conocimiento integral de un tema en contraste con el que se centra en contestar preguntas cada vez más específicas se va construyendo como un rompecabezas, con el agravante de ausencia de piezas y que las piezas existentes no todas provienen de la misma fuente y encajan de manera perfecta. Si continuamos con la metáfora del rompecabezas, nos tenemos que preguntar con qué piezas contamos y cuáles están menos cubiertas por la investigación vigente.
Entonces, es imposible que un solo gobierno por sí solo pueda hacerlo, es desde los rostros de la espiritualidad y emocionalidad que se dibuja cada realidad de la región, cada uno con sus vivencias, experiencias, conocimientos y saberes propios pueden construir la solución para el camino de la integración que tanta falta hace, sabemos que no es fácil “armar el rompecabezas” pero si entendemos el adagio popular de la frase en la: “unión está la fuerza” podremos iniciar el camino. La mejor estrategia en estos casos parece ser tratar de dibujar el perfil del rompecabezas, utilizando para ello la hipótesis de trabajo sobre las direcciones causales entre los elementos.
De allí, que urge se consideren tanto los avances realizados, como los principales problemas y desafíos de sostenibilidad de América Latina y el Caribe para establecer el terreno en donde deberían generarse indicadores adecuados que logren capturar las especificidades y generalidades de la sostenibilidad para su Integración.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 1998) en su informe denominado “La Educación encierra un tesoro” expresa: Compartimos que nada puede reemplazar, para contribuir a la creación, y al mantenimiento de una cultura cívica democrática, a un sistema formal de educación orientado hacia los cuatro principios de aprendizajes fundamentales: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, y aprender a ser. (p. 10)
También se debe reconocer que la realidad latinoamericana muestra que la aplicación de estos cuatro principios, que sustentan la calidad de los sistemas formales de educación para el siglo XXI, está condicionada por la interacción de sistemas y prácticas feudales, propias de la edad media europea, vigente aún en Centro y Sudamérica. Por estos planteamientos resulta pertinente las interrogantes “¿Podremos vivir juntos?”, de Alain Touraine y la que presenta Jacques Delors en el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO (ob cit): ¿Cómo aprender a vivir juntos en la aldea planetaria? Si no podemos vivir en las comunidades que pertenecemos por naturaleza: la nación, la región, la ciudad, el pueblo, la vecindad. El interrogante central de la democracia es si queremos y si podemos participar en la vida de la comunidad. (p. 1)
Analizando lo antes descrito, vale resaltar que todo ser humano posee un cerebro, con el que se mueven y gestionan sus conocimientos y pensamientos, en el coexiste el sistema límbico, donde cohabitan las emociones y estas reaccionan de manera innata, sin embargo, cada persona puede aprender a controlarlas, es lo que se conoce como inteligencia emocional, fue un término acuñado por Goleman (1996) la definió como «la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos » (p.54). Por tanto, somos nosotros los individuos los únicos capaces de gestionar nuestras emociones, por lo que, somos los únicos responsables de su accionar y proceder en su ambiente o entorno donde habitan. Ahora bien, si nos referimos a los individuos (en especial los que tienen el poder político o económico) que se mueven en la “espiral territorial” actúan “ a veces, sin pensar” algo que se contrapone a la frase del eminente pensador positivista Descartes cuando señalaba: «Pienso, luego existo», y si lo tuviéramos aún entre nosotros, tendría que alterarla., pues vemos como las sociedades han ido perdiendo su brújula y si se gestionaran sus emociones, o recapacitaran un poco, y, dejaran a un lado su egocentrismo, egolatría, ambiciones de poder, sentimientos de guerras, vicios, entre otros males que han venido alimentando un monstruo que tiene a nuestra tierra en una guerra pasiva, extermina la existencia de los países con menos recursos y en especial, a los desnudos y descalzos que la habitan, sin piedad. Y en donde, en la mayoría de las veces no se evidencia el principio constitucional que tiene el Estado de construir una sociedad justa y próspera. En cambio, vemos como el hombre pueblo a pesar de las circunstancias, sale adelante, lucha por estar junto a su familia, disfrutar, trabaja duro y sigue «vivo». En un informe que reportó Gallup en 2018 sobre el Estado de las emociones en el mundo, el cual se realizó una encuesta a más de 145 países, donde se miden las experiencias positivas, entre los (5) indicadores se pueden mencionar las que prevalecen: si se sintieron bien descansados, respetados, rieron, disfrutaron y/o aprendieron algo interesante y las (5) negativas por su parte incluyen preguntas sobre: si sintieron mucha rabia, estrés, preocupación, tristeza y dolor físico. Todas estas interrogantes se hacen en función de lo que transcurren en su cotidianidad. Y los resultados, son de admiración, porque a pesar de todas las adversidades y problemas que se enfrentan y afrontan en América Latina, su gente experimenta un mayor índice de experiencias positivas, en comparación con otros países de otras latitudes. Según, estas apreciaciones cuantitativas indican que: somos felices en América Latina, a pesar de la pobreza y marginalidad existente. Algo digno de estudiar, desde mi percepción, y comprobar que elementos favorecen ese rostro de Emocionalidad Positiva, ante la adversidad, lo llamaría Resiliencia Territorial. No obstante, valdría preguntarse ¿y qué deber tienen los ciudadanos para construir un mejor mundo? Sí, tomamos la cita de Rudolf Steiner en relación al tema, cabe analizar lo que afirma: “una vida social saludable, solo se consigue cuando el espejo del alma, la comunidad entera encuentra su reflejo. Y cuando la virtud de cada uno vive en toda la comunidad”. Para que esto se logre, es necesario significar el concepto de cohesión social, pues para que se dé la integración, es necesario que este aspecto se consolide y es justo el que permite se estrechen los lazos territoriales. En relación a la definición del término de cohesión, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL,2007) definió inicialmente la cohesión social como la dialéctica entre los mecanismos instituidos de inclusión y exclusión social y las percepciones y reacciones de los ciudadanos con respecto a la operación de dichos mecanismos (pertenencia). Esta definición sintetiza y pone en relación distintos elementos que hacen parte del desarrollo de las sociedades latinoamericanas, como las dinámicas de inclusión y exclusión y las percepciones y reacciones de los actores sociales. Esto constituye un punto de partida para dar una mirada más integral a la espiral de desarrollo en América Latina y cómo esto favorece e ilumina sus rostros para abrir el camino hacia la integración. Y en cuanto a los elementos que obstaculizan, expone la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2010) lo siguiente: “Entre los fenómenos que están amenazando a la cohesión social se pueden mencionar especialmente la profundización de las brechas sociales y culturales, la corrosión de la gobernabilidad, la erosión de las fuentes tradicionales de pertenencia y la desconfianza ciudadana en las instituciones”. (p.14). Asimismo, la comisión expresa que “los conflictos son la base de la transformación de las sociedades, generando cambios de las personas, sus formas de organización e instituciones.” En el marco de resolver esta situación las ventajas y limitaciones que tendría un índice de cohesión social para América Latina y el Caribe construido por la CEPAL en un documento elaborado en el marco del proyecto Medir la Cohesión Social en América Latina. (2010) existen al menos tres consideraciones adicionales importantes que se deben incluir en el análisis: i) la región presenta niveles de desigualdad y polarización muy elevados, tanto dentro de los países como entre países; ii) la naturaleza compleja del concepto de cohesión social y la elevada multiplicidad de factores que la determinan, y iii) la responsabilidad de la CEPAL como organismo internacional en la región frente a la construcción y la publicación de un indicador de estas características.(p. 16)
En cuanto a esto último, y analizando el tema de integración y conflicto, ha sido este un punto importante de debate en la sociología y en el caso de la teoría del conflicto, uno de los textos que fue clave en tratar de superar este debate fue el de Coser Lewis (1956), The Functions of Social Conflict, Free Press, en donde el autor plantea la existencia de conflictos como un aspecto positivo de la sociedad, ya que genera beneficios como el acercamiento de contendores. Haciendo un análisis metafórico a este gran dilema, podríamos recordar lo que se canta en el poema Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Traigo una afirmación a la reflexión: «Hoy América Latina se encuentra en un gran desierto bajo una tormenta de arenas». De allí, surge la gran interrogante ¿Cuáles son estas arenas que se conglomeran y nos distancian a una nación de otra, por qué no hemos logrado de una vez unificar esfuerzos que permitan imbricarse a estas arenas y convertirlas en un oasis ? para dar respuesta a este enigma metafórico, se puede volver a la realidad argumentando con cientificidad lo que documenta la CEPAL(2010) definiendo e identificando cuatro (4) tipos de arenas que determinan una sociedad, veamos la conceptualización: Una arena es un espacio específico que, en una sociedad determinada, aparece como relevante para construir cohesión social. Estas arenas difieren entre sociedades: difieren en tanto que pueden o no ser parte de la cohesión social en una sociedad dada, o pueden serlo con diferentes pesos y relevancias. En ese sentido, si bien los pilares son un esquema de aplicación general y sistemática, las arenas dependen siempre de un diagnóstico de una sociedad determinada. Podemos distinguir las cuatro arenas siguientes: Arena lazo social: Relación entre personas a nivel micro. Me relaciono como persona individual en un mundo compartido por otras personas individuales. Arena ciudadanía: Relación entre personas a nivel macro. Me relaciono con el colectivo en la construcción de un mundo compartido común. La construcción de la dirección de la sociedad es aquí el tema central. Arena mercado: Relación individualizada a nivel micro. Me relaciono con otros individuos sin generar un mundo compartido, sino solamente generando intercambios. La relación no es entre personas (en su concreción y especificidad), sino al final entre individuos (que, en última instancia, son intercambiables). Arenas de protección social: Relación individualizada con el colectivo. El beneficiario no se relaciona colectivamente con la sociedad, sino que de manera individual recibe y demanda beneficios específicos. La sociedad protege a sus miembros, pero sin generar un mundo compartido y común. (p. 32)
Hagamos un análisis, partiendo de lo descrito anteriormente considerando las 4 arenas para lograr la cohesión de América Latina y así su integración:
Arena Lazo Social: La conceptualización con relación a esta arena nos afirma que como individuos somos seres sociales, tal como lo dijo Aristóteles. Por tanto, como individuo tengo derechos, pero también deberes universales que cumplir. Las 3 dimensiones que integran esta arena son: Familia, Sociabilidad y Confianza en el Otro Generalizado. Por tanto, acá se ve como la familia es un componente importante en el proceso de cohesión social, así como el individuo se relaciona con los demás, amigos, vecinos, entre otros y ya así esto repercuta en su comunidad.
Arena Ciudadanía: Ahora bien, en esa medida que como persona me comporte en donde cohabito, entonces construiré junto a los demás, mediante ese lazo social «el mundo que en colectivo todos deseamos» como ciudadanos de ese mundo al que pertenecemos. Esta arena viene dada por 3 dimensiones: Representación (Relación de la ciudadanía con el Estado), Democracia (mecanismos democráticos legítimos de elección de autoridades). y Estado de Derecho (ejecución efectiva de la ley). En este caso, individuos que cometan delitos, o en el caso de la corrupción, esto indica que la ley no se cumple de forma efectiva, si el Estado no hace nada por combatirla.
Arena Mercado: Esta arena comprende Movilidad Social, Acceso al Consumo y Trabajo. En América Latina la mayor parte de la población obtiene sus ingresos en forma prácticamente exclusiva a partir de su trabajo. Cabe destacar, que estas dimensiones deben ser equitativas para todos, sin distinciones, ni limitación alguna, es decir, que todos los miembros de una sociedad tengan acceso a cada una de las dimensiones arribas descritas, pues si esto no se cumple, entonces la cohesión social, no se dará. Arenas de Protección Social: La constituyen dos dimensiones Salud y Previsión. Justo cuando el mundo se encuentra en cuarentena, es acá donde estas arenas están hoy en su gran momento, para que cada habitante del planeta se sienta seguro, que el lugar donde habita le provee lo necesario para resguardar su salud, que sus gobiernos trabajan en la prevención de la salud de sus ciudadanos, es esto lo que puede garantizar una cohesión social. Sin embargo, no es un trabajo solo de los gobiernos de cada nación, es un trabajo colectivo, en unión con los individuos, es por eso que las arenas anteriores juegan un papel relevante, para que puedan unirse en armonía y de esta manera veamos al final el oasis y no una tormenta en el desierto. Concluyéndose, entonces y confirmándose que aún falta resolver el qué, el cómo y el porqué del camino que nos lleve a la Integración de América Latina, por cuanto el modelo latinoamericano desde una mirada transcompleja conlleva a la reconstrucción social, a partir de la interconexión de las arenas arriba conceptualizadas y no es nada fácil, pero tampoco imposible o utópico (soy optimista), son diferentes ciencias y disciplinas que convergen en esta gran tarea arquitectónica, pues es momento de un nuevo diseño que implique la conjunción de las partes, en ese todo, donde como bien, viene de anillo a lo dicho, cada individuo, cada país, cada organización, cada institución ponga «su granito de arena» para construir el camino a la integración de los pueblos americanos, y por qué no del mundo entero. Es este el momento, los rostros han quitado su velo y se han expuesto para ser contemplados, ya es hora que entendamos de una vez por todo el mensaje que la Pachamama nos está enviando. Muchos lo han advertido, muchos lo han dicho, pero todo se ha quedado en letras muertas o engavetado en congresos en 4 paredes, el planeta necesita «Acciones» y solo los que tienen los poderes políticos, económicos, militares y religiosos son los que pueden dar el pañuelo ¡al fin! a nuestra gran diosa, y madre: La Tierra. Porque solo así ganaremos todos.
Referencias Antía, Barba y otros (2018) Políticas sociales en América Latina en los inicios del siglo XXI: innovaciones, inercias y retrocesos / 1.a ed. – Buenos Aires: CLACSO Carrizo, L. (2007) Aportes al fortalecimiento de capacidades para la investigación social y su enlace en las políticas públicas. En: Carrizo, Luis. (Ed). Gestión local del desarrollo y lucha contra la pobreza. Aportes para el fortalecimiento de la investigación y las políticas en América Latina. (pp 151-155). CLAEH/CAF/ UNESCO, Montevideo: Uruguay. CEPAL/EUROSOCIAL (2007) Un sistema de indicadores para el seguimiento de la cohesión social en América Latina y el Caribe (LC/G.2362), Santiago de Chile, diciembre CEPAL (2010) Cohesión Social en América Latina. Una revisión de conceptos, marcos de referencia e indicadores. Naciones Unidas (LC/G.2420), Santiago de Chile, junio. Delors, J. (1998). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. México: Santillana, Ediciones Unesco De Azcárate, P. (1872). Obras completas de Platón. La República o de lo Justo. Tomo 7. Madrid: Medina y Navarro Editores. Recuperado de http://www.filosofia.org/cla/pla/azf08051.htm De Hoyos, R. y N. Lustig (2009), “Apertura comercial, desigualdad y pobreza. Reseña de los enfoques metodológicos, el estado del conocimiento y la asignatura pendiente”, El trimestre económico, vol. 76, Nº 2, abril-junio. Freire, P. (1993). Pedagogía de la esperanza. Siglo XXI Editores. México. Monteagudo, C. (1992). La tarea moral de las ciencias del espíritu en la fenomenología y la hermeùtica. Revista PUCP 4(2). Disponible: https://textos.pucp.edu.pe/pdf Goleman, D. (1996) Inteligencia emocional. Barcelona: Kairos
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Villegas, C y otros (2020). Ciencias Espirituales y Transcomplejidad. Serie Diálogo Transcomplejo Vol 4 N 2. Fondo Editorial UBA. REDIT. UNITEC. Venezuela.
Algo increíble ocurrió cuando llegamos a la Montaña de la Fe, en aquel lugar todo era posible, cada pensamiento se hacía realidad. Recuerdo que me apeteció un helado de maní y de pronto se me apareció ante mi gran ojo ¡aquel rico helado!, al principio dudé un poco, el maestro se sonrío y me aclaró que yo se lo había solicitado a la montaña de solo pensarlo, así que debía tomarlo y comerlo. Era un lugar apacible, invitaba a la meditación y al reposo cada uno de nosotros nos unimos para nuestras oraciones en salvar a nuestro Planeta. Un susurro llegó a nuestros sentidos explicándonos con una suave voz y muy pausadamente: ̶ “no pierdan nunca la fe, de solo venir hasta aquí me demuestran que creen en mí, siempre estoy donde me llaman o me buscan. Habito en los corazones de todos, en sus pulmones cuando respiran y en su cerebro cuando aprendemos que somos los dueños de nuestra realidad, no puedo habitar en alguien que duda, o es egoísta, vanidoso o ambicioso. Deben enseñar a todos en Neurón que para mantenerme viva debo estar en sus corazones, en sus pulmones, pero si quieren sea más poderosa debo habitar en sus cerebros, solo allí seré fuerte.” ̶ Con aquel mensaje regresamos a Neurón.
Despierta Celupin, es hora de ir a la Escuela le decía su madre. ¡Hoy será un día importante! No puedes faltar, le aseguró muy entusiasta. Todos ordenados, esperando al sabio maestro Lymbhiko y con gran expectativa de la clase, pues la célula madre les advirtió a todos sus hijos e hijas que sería un gran día. Entró el sabio maestro, vestido de una túnica muy colorida que llamó la atención de sus discípulos. Les indicó que cerraran los ojos y utilizarán todos sus sentidos, pensando en algo que les hiciera feliz. Justo en ese instante, todos estaban en un portal de arcoíris. El maestro les explicó: Este es el “Portal de la Felicidad” para entrar aquí deben despojarse de todo miedo, tristeza o rabia, pues si alguna de esas emociones los acompaña, volverán a casa, sin poder disfrutar el viaje a este maravilloso mundo donde los colores abundan y dibujan una mejor vida para todos los que viven el momento y son felices, a pesar de las circunstancias”. Uno a uno, iba entrando al Portal, Celupin fue el primero en hacerlo, detrás de él, Celupaz una niña violeta, de ojos profundos azul mar y que al mirarla regalaba calma. Seguidamente, Celu-x-librio un chico con cabeza en forma de balanza, poseía una personalidad de equilibrio entre lo bueno y lo malo. Detrás y muy cauteloso seguía Celukontrol, un chico peculiar, de forma circular que podía rodear o proteger a todos sus hermanos y hermanas células, si algo se salía del control. Retrasado estaba Celuespejo, su forma era tan cristalina, que todos podían verse reflejados en él, estaba contemplando todo el lugar, flores de todos los colores, animales terrestres y acuáticos y plantas de una gran rareza y diferentes tamaños, además ríos y mares se cruzaban, era algo tan impresionante, y todo en un mismo sitio, pues aquel lugar tomaba la forma que cada uno imaginaba, lo que les agradaba, porque cada uno da una pincelada de su felicidad, a su manera.
Celupin, no dejaba de ver, oler, oír y tocar todo cuanto se posaba ante su gran ojo, pues estaba inmerso en el mundo de la felicidad, pero quería estudiar cada cosa allí existente y cuáles eran parte de aquel escenario. Mientras caminaba, pudo ver que algunas cosas al tocarse se desaparecían, otras se alejaban y otras se movían en forma de ondas. Fue cuando un susurro del maestro vino a sus oídos: “La felicidad de uno, no es la felicidad de todos”. Celupin, interroga: ̶ ¿maestro, pero si estamos en el hogar de la felicidad, por qué ocurre eso? ̶ El maestro le explica: ̶̶ A veces, pensamos que la felicidad es vivir en un lugar hermoso, con lujos, o mucho dinero, pero realmente la felicidad la otorga el encontrarse a sí mismo, tener control de nuestras emociones, eso permitirá que vivamos tranquilos y en paz. Todo esto, es lo que genera la verdadera felicidad. ̶
Sonaba el despertador, anunciando el amanecer. Celupin abría su gran ojo, ubicado justo al centro del círculo que formaba la lupa de su extraña forma, pero sin ser tan extravagante, muy entusiasta se levanta y se prepara para iniciar un nuevo día. Todos estaban calmados esperando a su maestro y Celupin miraba a todos y les sonreía, allí era muy bien recibido e incluso sentían gran respeto por la asombrosa personalidad que él les inspiraba. En eso, entró el maestro Lymbhiko, y les pidió a sus discípulos: ¡siéntense! Nos dijo, hoy solamente mirarán, observarán todo los que les llame la atención o sientan gran curiosidad, pero no hablen, ni tampoco tomen notas, hoy solamente usarán sus ojos. Algunos me miraron, pero yo solo les sonreía. Allí nadie sabía que el ojo de Celupin era algo único y extraordinario, sólo su maestro, quien tenía que velar para que su ojo no perdiera la perspectiva y se agudizara para despertar la consciencia emocional de toda la ciudad.
Celupin miraba y en la medida que lo hacía su ojo se aumentaba e incluso lograba ver más allá del lugar, sintió miedo y cerró el ojo por un instante. Fue cuando escuchó una voz que le susurra, no temas, no te pasará nada malo, por el contrario, será de mucha utilidad, todo lo que logres descubrir. Abrió nuevamente su ojo y una fuerza extraña lo invitaba a salir del lugar, pero no sabía cómo hacerlo, fue en ese preciso momento cuando el maestro lo tomó por la mano y lo condujo a una puerta, en ese lugar se sentía una paz, y todos los que allí estaban parecían que meditaban. Celupin miraba era su tarea, no podía hacer preguntas sobre nada, solo mirar, aprender todo lo que allí contemplara fue un momento de gran tranquilidad, sintió una paz interior y algo mágico ocurrió ante su gran ojo, una película se proyectaba ante él, lo que aquellas células transmitían. Él tenía la capacidad de verlo, conocer sus pensamientos, y todo lo que anhelaban.
Celupin miraba y en la medida que lo hacía su ojo se aumentaba e incluso lograba ver más allá del lugar, sintió miedo y cerró el ojo por un instante. Fue cuando escuchó una voz que le susurra, no temas, no te pasará nada malo, por el contrario, será de mucha utilidad, todo lo que logres descubrir. Abrió nuevamente su ojo y una fuerza extraña lo invitaba a salir del lugar, pero no sabía cómo hacerlo, fue en ese preciso momento cuando el maestro lo tomó por la mano y lo condujo a una puerta, en ese lugar se sentía una paz, y todos los que allí estaban parecían que meditaban. Celupin miraba era su tarea, no podía hacer preguntas sobre nada, solo mirar, aprender todo lo que allí contemplara fue un momento de gran tranquilidad, sintió una paz interior y algo mágico ocurrió ante su gran ojo, una película se proyectaba ante él, lo que aquellas células transmitían. Él tenía la capacidad de verlo, conocer sus pensamientos, y todo lo que anhelaban. ¡Eres tú! le aclaró el maestro, pero dividido en otras células más pequeñas, debes cuidar de cada una de ellas, forman tu regeneración celular, debes ir descubriendo una a una, todas forman parte de ti. Tu eres el reflejo del alma, algunos en otros mundos te llaman el ojo celular, pero eres más que eso cuando aprendan a cuidar de ti, podrían descubrir todo lo inexplicable. En ese instante, el maestro me llamó y me dijo: Celupin, ya terminó la clase. ¡hasta mañana!